EDIZIONES, 07 sept.
"Las 10 cosas más importantes que aprendí cuando perdí a mi hijo". Con estas palabras Richard Pringle, un padre de Hastings, East Sussex, condensa todo lo que viene después en una publicación que compartió recientemente en Facebook. El contenido, un decálogo de sabios consejos adquiridos tras una experiencia por la que ningún padre debería pasar: la muerte de su propio hijo.
Ha pasado más de un año desde que Richard Pringle dijo adiós a su hijo Hughie. El niño tenía tres años cuando murió repentinamente debido a una hemorragia cerebral el pasado 28 de agosto de 2016. En aquel entonces el mundo de Richard y de su familia se puso de revés
Hughie nació con una condición cerebral, pero no parecía que algo estuviera mal, explicó el padre a Mirror Online. "Tenía un 5% de probabilidades de sangrar y desafortunadamente sucedió el año pasado y no sobrevivió".

"Era un niño delicado, cuidadoso y amable", dijo Richard. "Hacía lo aburrido divertido, hizo todo divertido". Para este padre, los tres años de vida de Hughie estuvieron repletos de "recuerdos increíbles".
Un año después de aquello, Richard, que tiene dos hijos más, ha querido compartir con otros padres las lecciones más importantes que ha aprendido después de la tragedia, todo lo que la vida le ha enseñado, con la esperanza de que otros padres jamás den por sentado a sus hijos.
Estas son sus palabras en su totalidad:
1. Nunca puedes besar, ni amar demasiado.
2. Siempre tienes tiempo. Deja de hacer lo que estás haciendo y juega, aunque sea sólo por un minuto. Nada es tan importante que no pueda esperar.
3. Toma tantas fotos y graba tantos vídeos como sea humanamente posible. Un día puede ser lo único que tengas.
4. No gastes dinero, gasta tiempo. ¿Crees que importa cuánto te gastas? No, no importa. Lo que haces sí importa. Salta en los charcos, ve a pasear, nada en el mar, construye un campamento y diviértete. Eso es todo lo que quieren. No me acuerdo de lo que le compramos a Hughie, sólo puedo recordar todo lo que hicimos.
5. Canta. Cantad canciones juntos. Mis recuerdos más felices son de Hughie sentado en mis hombros o sentado a mi lado en el coche cantando nuestras canciones favoritas. Los recuerdos se construyen con la música.
6. Valora las cosas simples de la vida. Esos ratitos por la noche, la hora de acostarse, de leer cuentos, las cenas todos juntos, los domingos perezosos...Valora las cosas más simples. Esas son las que más echo de menos. No dejes que esos momentos especiales pasen desapercibidos.
7. Siempre despídete con un beso de las personas que amas. Y si se te olvida hacerlo, date la vuelta y hazlo. Nunca se sabe cuándo sea la última vez que tengas la oportunidad de hacerlo.
8. Haz divertidas las cosas aburridas. Ir de compras, ir en el coche, ir de tiendas. Haz el tonto, cuenta chistes, ríe, sonríe y disfruta. La vida es demasiado corta para no divertirse.
9. Ten un diario. Escribe todo lo que tus pequeños hagan que iluminen tu mundo. Las cosas graciosas que dicen, las cosas graciosas que hacen. Nosotros empezamos a hacer esto después de que perdimos a Hughie. Queríamos recordarlo todo. Ahora lo hacemos por Hettie y lo haremos por Hennie también. Tendremos estos recuerdos escritos para siempre y cuando seamos más viejos, podemos echar la mirada hacia atrás y apreciar cada momento.
10. Si tienes a tus hijos contigo para besarlos por las noches, para desayunar con ellos, para ir al colegio juntos, para llevarlos a la universidad o para ver cómo se casan estás bendecido. Nunca olvides eso.