EDIZIONES, 16 Dic.
En los últimos dos meses, el metro de Nueva York se ha convertido en un improvisado consultorio sentimental llevado por un niño de 11 años de edad llamado Ciro Ortiz. Un par de sillas, una mesa y un cartel que informa de la minuta del servicio, es todo lo que Ciro necesita para ponerse en marcha. Los clientes llegan solos.
"Es una buena manera de hacer dinero", dijo el chico al New York Post.
Por 2$ este niño ofrece sesiones de asesoramiento emocional de 5 minutos y se le puede localizar cada domingo en la parada de metro Bedford Avenue L, de Brooklyn.
@femadian ??
Una foto publicada por LM (@emotionaladvicekid) el
Si el clima lo permite, Ciro también sale a la calle para ofrecer su servicio. Eso sí, siempre acompañado de su madre, que se encarga de documentarlo todo en fotografías que después comparte en Instagram.
- "Él no me ha dado el consejo que quería, me ha dado el consejo que necesitaba. Lo que no me ha dado es cambio para billete de 5$..." (Instagram).
Las personas que acuden a él -policías, incluso-, suelen hacer preguntas de diversa índole como problemas de pareja, problemas en el trabajo...La raíz de todos los problemas de los adultos, según Ciro, es el miedo al cambio: "Viven en el pasado y sienten que todo tiempo pasado fue mejor". ¿Su consejo?: "Tenemos que aceptar el cambio. El cambio siempre va a suceder. La vida siempre está cambiando".
Antes de que todo esto sucediera, Ciro sufría acoso escolar. Todo ese sufrimiento le inspiró para lanzar su consultorio de asesoramiento. Los primeros días, cuenta su madre, se sentía muy nervioso e inseguro, pero después de varios días, ha llegado a volver a casa diciendo: "He conocido a tanta gente maravillosa... Voy a terminar teniendo tantos amigos...".
Un buen domingo, Ciro se hace con 50$ y, en lugar de gastárselos en algún videojuego -que es lo que más le gusta en esta vida-, los invierte en bocadillos que después regala a los niños de su colegio que no pueden pagarse uno.
Su consultorio, aunque le aporta beneficios y se le da bastante bien, no es el sueño de su vida. Él quiere ser desarrollador de videojuegos y, aunque odia su colegio, es un alumno de sobresaliente en ciencias.
Ánimo Ciro que con tu madurez y tus sabios consejos seguro que llegas a donde te propongas.
