EDIZIONES, 3 Oct.
El pasado fin de semana, los benjamines del Real Madrid y del Sevilla (niños de entre nueve y diez años) se enfrentaron en un partido de fútbol. En un momento del encuentro, el portero del Sevilla quedó tendido en el terreno de juego dolorido por una lesión. El árbitro no paró el encuentro, y el balón continuó en juego. Los blancos se hicieron con el balón y comenzaron su ataque.
Uno de los jugadores blancos vio que la portería estaba vacía, y sin pensarlo dos veces, chutó a puerta para anotar. El balón entró, y se le concedió gol al equipo merengue. Pero al darse cuenta de que la razón del tanto fue por la lesión del meta, tras el saque de centro, los blancos dejaron que el Sevilla anotara, sin oposición ninguna, un tanto que devolvía el empate en el marcador.
El partido acabó en tablas, lo que demuestra que la deportividad y los valores del deporte son mucho más importantes que una victoria. Un gesto precioso del que los adultos deberíamos tomar ejemplo.
Andalucía
Aragón
Cantabria
Castilla-La Mancha
Castilla y León
Catalunya
Extremadura
Galicia
Islas Canarias
Islas Baleares
Madrid
País Vasco
La Rioja
C. Valenciana
Navarra
Asturias
Murcia
Ceuta y Melilla
