EDIZIONES, 04 sept.
El viernes 1 de septiembre se hizo pública la esquela de la señora Doña Alicia Jones Jones en el periódico El Faro de Vigo. Dice así:
"Su hija, Julie Fernández Jones, invita a sus amigos y conocidos a un acto alegre de despedida donde en su recuerdo tomaremos vino y tortilla". Y termina: "No se admiten flores. Donen su importe a una ONG".
La esquela fue compartida en la cuenta de Twitter de la escritora @LediciaCostas el mismo día por la noche y desde el primer momento llamó la atención de los usuarios que la compartieron en diferentes sitios hasta hacerla viral.
La gran repercusión obtenida hizo que el propio Faro indagara más sobre la historia de Alicia. "A ella le encantaba la fiesta y no le hubiese gustado que estuviésemos llorando aquí por su muerte. Queremos rendirle un último homenaje de la manera que ella habría escogido", contó a Dato su hija Julie Fernández.
Doña Alicia falleció el jueves y en su último adiós, amigos y familiares celebraron un acto íntimo en la sala 7 del el tanatorio Vigomemorial donde no faltaron ni los pinchos de tortilla, ni la cerveza, ni los vasos de vino. Así cumplieron con sus últimos deseos.
"Era sencillamente extraordinaria, extrovertida y con un corazón enorme. Todo el mundo la adoraba", apuntaba Nati Pérez, una de las primeras amigas que hizo nada más llegar a Vigo cuando apenas tenía 20 años. Hasta entonces, Alicia Jones vivía en Gales y, aunque en un primer momento viajó a España con un contrato temporal de trabajo, el amor se cruzó en su vida y se quedó para siempre. Ya aquí ejerció cuatro décadas como profesora de inglés en los colegios Rosalía de Castro y Martín Codax.
Tras su muerte, amigos, familiares, compañeros y alumnos solo encuentran palabras afectuosas para recordarla: "Era una mujer fantástica. Siempre pendiente de todos. Nos gastaba bromas y participaba en las novatadas. No era una simple profesora".
