Caldera asegura que es compatible combinar crecimiento económico y protección social

Actualizado: jueves, 24 mayo 2007 18:51


SEVILLA, 24 May. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, consideró hoy que España "es el mejor ejemplo de que es perfectamente compatible combinar el crecimiento económico con la protección social", tras lo que afirmó que Europa "debe ser más social o no será Europa".

En su intervención en la clausura del XI Congreso de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Caldera se sumó a las palabras expresadas en el mismo foro por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la hora de reconocer el papel de los sindicatos en España y su contribución en el desarrollo social y económico.

El ministro, que fue presentado por el presidente saliente de la CES, Cándido Méndez, como "un amigo del sindicalismo europeo", destacó la necesidad de insistir en el aspecto social de la UE, pues, de lo contrario la UE "se quedaría en un espacio para las actividades económicas y el libre intercambio de vienes, pero no será la Europa que soñaron sus fundadores y la que todos queremos".

Tras mostrarse partidario de la inclusión de la Carta de Derechos Sociales Fundamentales en la Constitución Europea, Caldera reivindicó el papel del diálogo social, "que no es sólo un instrumento para mejorar la vida de los ciudadanos y alcanzar acuerdos sociales, sino que es parte del modelo de bienestar", dijo.

En ese sentido, consideró que "en España todas aquellas reformas que afectan al mercado laboral y que provienen del diálogo social generan más confianza, más inversión y más empleo". "Cuando se adoptaron reformas del mercado laboral al margen del diálogo social, la tasa de creación de empleo disminuyó en España", añadió.

En ese punto, consideró que "España es el mejor ejemplo de que es perfectamente compatible conseguir más actividad económica mejorando la protección social". Así, recordó que "de cada 100 euros que gastamos, más de la mitad van dirigidos a garantizar el gasto social".

Tras lamentar que "anteriormente existía durante años una cultura laboral donde la entrada al mercado laboral se hacía desde la precariedad", destacó que la reforma laboral pactada con sindicatos y empresarios "quiere cambiar esa cultura", aunque reconoció que "no se trata de un milagro y no se puede cambiar la tendencia de la noche a la mañana".

Destacó en ese sentido que desde la firma del acuerdo de reforma laboral se han registrado 2,1 millones de contratos indefinidos, de los que 1,5 millones supusieron la transformación de temporales a indefinidos. Asimismo, explicó que la contratación indefinida inicial ha crecido más del 50% desde la aplicación del acuerdo de reforma laboral en relación con el período anterior.

ALUSIÓN A LOS INMIGRANTES

Caldera hizo alusión especial al acuerdo para legalizar a los trabajadores inmigrantes que trabajaban en la economía sumergida y arremetió contra la "derecha muy dura y muy hipócrita" de España "que prefería tener a los trabajadores irregulares para que fueran explotados mejor". "Eso se ha acabado y ningún ser humano puede trabajar entre nosotros sin derechos", añadió.

El ministro, que abogó por incrementar la cooperación con Africa "para favorecer la actividad económica en los países de origen y que los trabajadores no sean objetivos de mafias", apuntó que para el Gobierno los flujos de inmigración "deben ser legales y hay que repatriar, aunque me parte el corazón hacerlo". En se punto, indicó que el Gobierno anterior "no repatriaba a nadie y los pocos que se repatriaban lo hacían en malas condiciones, mientras que ahora se hace en condiciones humanitarias".

Por último, Caldera defendió la directiva de tiempos de trabajo "para establecer un máximo de tiempo de trabajo que haga compatible el empleo con la vida privada y familiar". "Nos opondremos a que haya ciudadanos que trabajen más de 48 horas semanales y por un acuerdo individual con el empresario", agregó Caldera.

Asimismo, aludió a la nueva Ley, que se aprobará en breve, para regular a las empresas de inserción y favorecer la contratación de excluidos, de forma que "cada año unas 100.000 personas alcanzarán la integración social mediante la inserción laboral y para favorecer a las empresas que quieran combatir la exclusión".