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MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los activos gestionados con criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) por las gestoras españolas alcanzaron los 191.278 millones de euros en 2018, un 3% más respecto al año anterior, según el estudio 'Spainsif 2019', presentado este jueves.
Teniendo en cuenta los activos gestionados por gestoras internacionales en España, el volumen bajo gestión ESG superó los 210.644 millones de euros en 2018, un volumen un 13,5% superior al del año anterior, en que no se tuvieron en cuenta las gestoras extranjeras.
La décima edición de este estudio destaca que la inversión sostenible y responsable (ISR) crece tanto en épocas de expansión del mercado como en época de reducción, ya que en 2018 los activos gestionados decrecieron un 3,3% a nivel nacional, y pese a ello, los activos ESG aumentaron su cuota.
El inversor institucional acapara el 85% de la demanda ISR, mientras que los minoristas ya suponen un 15% de la demanda, frente al 7% de 2017.
"La ISR a nivel 'retail' en España está despegando, es una buena noticia", ha explicado el director de Spainsif, Francisco Javier Garayoa, que ha insistido en la necesidad de dotar de equipos de gestión y análisis en materia de sostenibilidad para mejorar la calidad de la oferta ISR de las entidades nacionales.
Por primera vez, este estudio incluye los activos ISR de inversores nacionales gestionados por entidades internacionales, que son "un actor cada vez más importante" en el desarrollo de un mercado de inversión sostenible en España. Esto se atribuye a la gama ofertada por las entidades internacionales, que supone el 90% de los fondos ISR, y al impulso de venta a los clientes minoristas.
LA ESTRATEGIA DE EXCLUSIÓN ES LA MAYORITARIA
Según los datos facilitados por las entidades que representan 378.222 millones de euros de activos gestionados profesionalmente, es decir, un 67% del total en España, la exclusión sigue siendo la estrategia con mayor volumen de activos gestionados, el 74%. Por su parte, la integración ESG se ha afianzado como segunda estrategia ISR, con un 10%.
En cuanto a la asignación de los activos ESG, los principales activos son de renta variable (34%) y de renta fija (32%), seguidos por la renta mixta (11%). Por su parte, los activos alternativos suponen el 8% y los bonos verdes y sociales representan el 7% de los activos.
Entre los activos gestionados por entidades nacionales con estrategias ESG, tanto la fórmula 'best-in-class' como la inversión de impacto han perdido volumen, mientras que el 'engagement' y el voto, así como los fondos temáticos, han crecido. El estudio atribuye estos altibajos, en parte, a la dificultad para identificar estrategias y la ausencia de una taxonomía clara, en la que ya está trabajando la Unión Europea, con el objetivo de evitar el 'green-washing'.
IMPULSO DE LA TAXONOMÍA.
"El principal problema es la falta de datos fiables y comparables", ha señalado Helena Viñes, encargada de sostenibilidad en BNP Paribas y miembro del grupo de técnicos expertos en finanzas sostenibles en la Comisión Europea, que ha adelantado que la nueva la directiva europea sobre la divulgación de información y riesgo de sostenibilidad será "un punto de inflexión para la industria".
La clasificación de los activos por sus sostenibilidad "son voluntarias, pero no por mucho tiempo", ha pronosticado Viñes. "Estamos convencidos de que la taxonomía va a devenir obligatoria", ha apostillado la experta, que ha urgido a "ponerse las pilas" para poder cumplir con la próxima legislación que estará acabada antes de 2022.
En esta línea, el director corporativo de banca privada y gestión de activos de Bankia, Ignacio Ezquiaga, ha señalado que esta entidad está preparando el "plan director" de la gestión responsable en la gestión de activos y asesoramiento en banca, por lo que los criterios ESG pasarán de afectar a productos concretos, como la gama 'Bankia Futuro Sostenible', a convertirse en "la nueva normal".