TOKIO, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Política Monetaria del Banco de Japón (BoJ) ha decidido por una mayoría de ocho votos favorables y uno en contra mantener sin cambios su actual política monetaria, que fija una tasa de depósito del -0,1%, así como seguir adelante con sus compras de bonos con el objetivo de limitar la rentabilidad de la deuda japonesa con vencimiento a diez años en torno al 0%, según anunció la institución, que ha dejado de señalar 2019 como fecha probable para alcanzar su objetivo de inflación del 2%.
Si hasta ahora, la institución señalaba como "probable" en sus proyecciones macroeconómicas alcanzar la meta de inflación interanual del 2% para 2019, en sus últimas previsiones, el Banco de Japón ha retirado dicha mención temporal, reduciendo así las presiones para el banco central.
En cuanto a sus nuevas proyecciones macroeconómicas, el Banco de Japón espera que el PIB nipón crecerá este año un 1,6%, frente al 1,4% estimado en enero, para expandirse un 0,8% los dos próximos años.
En el caso de los precios, la institución ha rebajado al 1,3% su pronóstico de inflación para 2018, una décima menos que su anterior previsión, mientras mantiene su proyección del 1,8% para 2019 y 2020.
En este sentido, el Banco de Japón considera que, a pesar de que las expectativas de inflación probablemente seguirán una tendencia al alza, "existe el riesgo de que la subida de estas se retrasen si las empresas se demoran en cambiar su postura hacia subidas salariales y de precios".
