WASHINGTON 17 Nov. (Reuters/EP) -
Los países con baja inflación pueden recortar las tasas de interés para ayudar a prevenir los efectos negativos de la crisis crediticia mundial, pero se necesita un estimulo fiscal a gran escala, afirmó hoy el subdirector gerente del FMI, John Lipsky.
En un discurso ofrecido a estudiantes de la Universidad Johns Hopkins, Lipsky explicó que estudios del Fondo han determinado que se justifican estímulos fiscales globales en el orden del 2 por ciento del Producto Interior Bruto. "Con la inflación retrocediendo, muchas economías avanzadas y emergentes pueden aliviar la política monetaria. Hablando en general, no obstante, es probable que el alivio monetario sea menos efectivo para estimular la demanda mientras las condiciones financieras permanezcan turbulentas", agregó.
La crisis financiera global, que proviene del colapso del mercado inmobiliario de Estados Unidos, ha provocado que los principales bancos --incluidas la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra-- recorten agresivamente las tasas en un intento inútil por evitar la recesión. Los datos de la economía ya han indicado que la zona del euro se encuentra en una recesión, con las economías británica y estadounidense encaminándose en la misma dirección.
Lipsky dijo además que es imperativo que la expansión fiscal juegue el papel de sostener la demanda mundial, una opinión que fue respaldada por los líderes en la cumbre del G-20 del pasado sábado. "Nuestra investigación sugiere que el estímulo fiscal global en el orden del 2 por ciento del PIB está justificado. Más aún, la acción política fiscal sería más efectiva si fuera implementada en importantes países socios comerciales más o menos simultáneamente", dijo.
Hasta ahora, ha habido poca coordinación en la elaboración y anuncios del paquete de estímulo por parte de los Gobiernos. Aunque presionando por más fondos gubernamentales para hacer frente a la crisis, Lipsky admitió que la acción fiscal puede no ser adecuada en países con gran vulnerabilidad o en aquellos donde la sustentabilidad de la deuda es una preocupación mayor.
"Sin embargo, las economías emergentes posiblemente permanezcan bajo presión durante un tiempo por el desapalancamiento financiero global, aún bajo los escenarios convincentes más favorables", dijo. "Como resultado, la provisión de liquidez continuaría siendo crítica en la capacidad de los mercados emergentes para hacer frente a la tormenta", agregó.
El FMI, a través de su facilidad de liquidez a corto plazo, proveerá liquidez sustancial a las naciones emergentes con buenas políticas y antecedentes que están padeciendo una contracción debido a la crisis crediticia mundial, explicó Lipsky. "De ser de utilidad, esta facilidad será una parte habitual de las herramientas políticas del Fondo", agregó.
El FMI pronostica que las economías avanzadas se contraerán en un 25 por ciento anual en el 2009, la primer contracción anual para estos países como grupo, en el período posguerra. Las naciones emergentes verán un 5 por ciento de expansión.