BRUSELAS, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El número de monedas de euro falsificadas que se retiró de la circulación en 2009 disminuyó un 12% respecto al año anterior, hasta alcanzar un total de 172.100 piezas. La moneda más falsificada sigue siendo la de dos euros, que representa alrededor del 75% del total, según los datos difundidos hoy por la Comisión.
Esta segunda reducción consecutiva confirma la eficacia de las actuaciones llevadas a cabo por los Estados miembros para interceptar monedas falsas, afirmó el Ejecutivo comunitario. Al mismo tiempo, alertó de que "no hay margen para la complacencia" y pidió que se mantengan e intensifiquen los esfuerzos contra las falsificaciones.
En todo caso, la evolución por denominación fue divergente: mientras que el número de monedas de dos euros falsificadas cayó casi un 18%, el de monedas de 50 céntimos y de 1 euro siguió aumentando, un 9% y un 8%, respectivamente.
El Ejecutivo comunitario considera que estas cifras no son "preocupantes" ya que son muy reducidas si se comparan con los 15.000 millones de piezas de las tres denominaciones más altas, con una ratio resultante de 1 moneda falsa por cada 89.000 auténticas. La cifra global, según destacó Bruselas, es además inferior a la suma de monedas falsificadas de los países de la zona euro antes de la introducción de la moneda única.
La novedad de 2009 fue el incremento de los casos de euros falsificados interceptados fuera de la UE. Para combatir este fenómeno, la Comisión firmó acuerdos de cooperación con Montenegro y Croacia e intensificó la cooperación con las autoridades turcas.
Aunque no se desmanteló ningún taller de acuñación ilegal en 2009, la policía interceptó alrededor de 11.000 piezas antes de que los falsificadores las pusieran en circulación, una cifra similar a 2008. Pese a este éxito, la mayor parte de los grupos responsables de las falsificaciones todavía no han sido desmantelados.
Por lo que se refiere a las falsificaciones de billetes, el año pasado se retiraron de circulación 860.000, tal y como anunció el Banco Central Europeo, responsable de garantizar la seguridad de los billetes.
