MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Ibex 35 ha cedido un 1,29% al cierre de mercado, si bien ha logrado resistir la cota de los 7.000 puntos, lastrado por las caídas en la gran banca y las constructoras. La recomendación del FMI de recurrir a ayudas públicas para sanear la banca española también pasó factura a la deuda pública, con la prima de riesgo en los 415 puntos básicos.
Santander se desplomó un 3,38% tras ganar un 24% menos hasta marzo, en tanto que BBVA, que redujo su beneficio un 12% en los tres primeros meses, se dejó un 2,11%. Los castigos a Sacyr (-8,21%) y ACS (-6,25%), que vendió el 10% de Abertis, llevaron al índice en algunos momentos a situarse por debajo de la barrera de los 7.000 puntos.
Telefónica perdió 1,51% e Iberdrola, un 0,86%, mientras que Repsol se anotó el segundo mayor repunte (+1,33%). Las subidas las lideraron Grifols, que se anotó un 3,42%, Repsol y BME (1,06%).
El informe de la comisión de evaluación financiera del FMI apuntaba, sin citar, a Bankia para acelerar su saneamiento. En el mercado apenas tuvo impacto esta consideración, pues el banco liderado por Rodrigo Rato se revalorizó un 0,24%.
Mientras, OHL cedió un 3,70%, después de que su cotización quedara suspendida temporalmente por la operación con la que pretende alcanzar un 14,7% del capital de Abertis.
Así pues, el Ibex retrocedió así a los 7.027,1 enteros y encabezó el rojo entre las plazas de Europa, en donde sólo Londres (+0,4%) y Francfort (+0,6%) avanzaron.
En el mercado de deuda pública, el diferencial del bono español a 10 años permanecía cerca del umbral del 6%, a pesar de la reunión extraordinaria que los líderes de la UE preparan para estudiar estímulos que incentiven la actividad económica.
Por su parte, el euro reforzaba su posición respecto al dólar y fijaba el intercambio al cierre de sesión en 1,3238 'billetes verdes'.
