MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
CC.OO. ha replicado este jueves al Ministerio de Empleo que la libre concurrencia en la impartición de cursos de formación ni abarata sus costes ni mejora su calidad.
Así, mientras el departamento que dirige Fátima Báñez apuesta por esta libre concurrencia en un futuro nuevo modelo de formación, y ha aportado datos a favor en algunas de las últimas comparecencias de sus máximos representantes, CC.OO. asegura en un comunicado que ello "no se corresponde con la realidad".
En primer lugar, el sindicato que dirige Ignacio Fernández Toxo señala que el Gobierno sólo ha realizado cambios en términos de concurrencia en la formación de oferta estatal de ocupados, que apenas representa un 10% de los fondos recaudados por la cuota de formación profesional que pagan trabajadores y empresarios, por lo que los datos ofrecidos no son representativos.
"El resto de las iniciativas se mantienen intactas, como es el caso de la formación que realizan las empresas y la formación de los desempleados", añade.
En relación con los costes formativos de los programas específicos para jóvenes menores de 30 años, CC.OO. destaca el aumento del 14,3% en el coste por hora y alumno en la convocatoria del año 2013, pese a ser fondos adjudicados en concurrencia competitiva.
"Sorprende igualmente el descenso en el número de participantes en los cursos impartidos a través de la modalidad de teleformación, que ha pasado de cerca de 11.500 en el año 2012 a poco más de 1.000 en el 2013", añade.
Dicho esto, el sindicato apunta que "la Administración debería explicar los motivos por los que en la convocatoria de jóvenes, gestionada principalmente por centros, empresas de formación y consultoras, la duración de los cursos se ha multiplicado por 2,5 veces y por qué finalmente resultan más caros que los cursos de oferta, donde es mayor el protagonismo de las organizaciones sindicales y empresariales".
Antes de acabar, CC.OO. recalca además que "la concurrencia competitiva ha producido determinados efectos en el desarrollo del modelo como son el incremento de la duración de los cursos, en muchas ocasiones de manera innecesaria, para abaratar los costes por alumno, y la disminución de las remuneraciones de los profesores, con más que posible riesgo en la calidad de los contenidos académicos".
