SANTANDER, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, consideran posible alcanzar un acuerdo en materia de diálogo social antes del próximo 29 de julio, después de apreciar acercamientos significativos en el contenido de las negociaciones entre Gobierno, patronal y sindicatos.
Los sindicalistas, que participaban en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre la crisis financiera y el futuro escenario, confirmaron aproximaciones en materia de protección social, entre las que Méndez concretó una propuesta de al menos 420 euros al mes para los parados que hayan agotado sus prestaciones por desempleo y no cuenten con ingresos.
En este sentido, los líderes sindicales destacaron la importancia de mantener el consumo de los trabajadores en paro para favorecer a la economía, y explicaron que existe un margen de negociación con los empresarios para aumentar la flexibilidad interna que permita pasar de medidas como el despido o la rebaja de los salarios a una reorganización de los horarios y los puestos, entre otras posibilidades.
Toxo y Méndez avanzaron que la firma de dicho acuerdo podría materializarse antes de que se cumpla el primer aniversario de la firma de la Declaración de la Moncloa, en la que patronal y sindicatos definieron las pautas del diálogo social con el objetivo de impulsar la economía, el empleo, la competitividad y el progreso social.
"En el perímetro de contenido definido" de las negociaciones de diálogo social también figura la necesidad de incentivar la inversión pública y la presencia sindical en el funcionamiento del sector financiero, así como en el cambio del modelo productivo español y el reajuste de la formación profesional, dijo Méndez.
Sin embargo, Toxo advirtió de que "muchos sectores saldrán insatisfechos sobre el diálogo social". El secretario general de CC.OO., explicó que plantearán a los empresarios incrementar la participación de los sindicatos en la organización del trabajo de las empresas, ya que los directivos de las compañías han pasado de ser "propietarios a gestores con los que compartimos intereses".
