BRUSELAS, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha reclamado a los Estados miembros priorizar la inversión en investigación y desarrollo (I+D) para contribuir a la salida de la crisis y la recuperación económica, y ha presentado una batería de propuestas de cara a ayudarles a mejorar la calidad del gasto en la materia.
"Las limitaciones presupuestarias continuarán. Por este motivo, es más importante que nunca que los Estados miembros dirijan sus recursos de forma inteligente", ha defendido el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.
"El presupuesto de la UE está ayudando a promover la inversión en investigación e innovación para reforzar el crecimiento y hoy presentamos ideas para ayudar a maximizar el impacto de cada euro gastado", ha apostillado el finlandés.
La comisaria de Investigación, Marie Geoghegan-Quinn, ha asegurado que promover la innovación está "ampliamente aceptado" como algo "clave" para la competitividad y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, "especialmente en Europa, donde no podemos competir en costes", y ha avisado de que si no se actúa en esta área el viejo Continente "pagará el precio en los próximos años".
Bruselas ha identificado en su propuesta tres áreas de reformas prioritarias como son mejorar la calidad de las estrategias en investigación e innovación, combinando las actividades en ambas áreas y contando con "un presupuesto multianual estable" que dirija de forma "estratégica" los recursos.
Igualmente, propone mejorar la calidad de la inversión en investigación y desarrollo reduciendo la carga administrativa y una asignación de fondos "más competitiva", así como mejorar la calidad del rendimiento de las instituciones públicas en esta aérea, fomentando nuevas asociaciones con la industria.
El Ejecutivo comunitario ve "clave" aumentar al 3% del Producto Interior Bruto (PIB) el gasto en investigación y desarrollo, que se sitúa ligeramente por encima del 2%, sumando las contribuciones públicas y del sector privado. Se trata de una cifra muy inferior a la que destinan los principales competidores de Europa, incluidos Estados Unidos, Corea y Japón, mientras que China está cerca de superar a la UE en gasto en I+D.
