MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Española de Comercio (CEC) ha mostrado su rechazo ante la aprobación por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid del anteproyecto de ley de liberalización de horarios comerciales para todos los establecimientos de hasta 750 metros cuadrados de superficie y ha advertido de las "consecuencias negativas que para el pequeño y mediano comercio acarrea una medida de tal calibre".
Según ha informado la CEC mediante un comunicado, la Confederación ha instado al presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, a responder si esta política de liberalización es la que pretende aplicar a nivel nacional si gana las elecciones generales.
Igualmente, se han dirigido a la presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, "para solicitarle que reconsidere la postura adoptada hoy y abra una vía de diálogo y consenso en lo relativo a los horarios comerciales".
La CEC ha lamentado que "se haya dado luz verde a una medida que se va a traducir en un aumento de la cuota de mercado de las grandes empresas de distribución comercial a costa de la de los pequeños y medianos establecimientos".
Los comerciantes españoles han insistido en que una mayor liberalización horaria "no conlleva un aumento de la competitividad del comercio minorista sino todo lo contrario, ya que va a poner en peligro la continuidad de numerosos negocios ocasionando con ello la pérdida de miles de puestos de trabajo".
"Estamos atravesando una crisis de consumo sin precedentes y, por tanto, lo que necesitamos es que el consumidor, el ciudadano gane en confianza y tenga poder adquisitivo para poder consumir y no que se amplíen más los horarios comerciales", ha afirmado el presidente de CEC, Manuel García-Izquierdo Parralo.
Según la entidad, el pequeño comercio y mediano comercio --que representa al 25 por ciento de los autónomos del país y emplea a más de 1'8 millones de personas a nivel nacional, correspondiendo el 60 por ciento a empleo femenino-- durante años ha luchado para disponer del actual marco normativo que garantiza el equilibrio comercial entre los distintos formatos, y es por ello que recibe como un "varapalo" esta toma de decisión del Gobierno regional.
En este sentido, ha considerado que una mayor flexibilidad de horarios puede crear disfunciones entre los diferentes formatos comerciales y dificulta la conciliación de la vida laboral, personal y familiar.
Asimismo, ha estimado que el actual marco de horarios comerciales permite que los consumidores tengan bien atendidas sus necesidades. Un hecho que lo constata el barómetro del CIS del mes de abril de 2011, en el que se afirma que el 87 por ciento de los españoles se siente poco o nada perjudicado con los horarios comerciales actuales y que la mayoría es partidario del sistema actual de regulación de horarios y apertura de comercios en domingos y festivos.
