Cifra en 3.000 millones lo que Cataluña debe recuperar para no perder posiciones tras la nivelación
BARCELONA, 26 May. (EUROPA PRESS) -
CiU reclamó hoy que el nuevo modelo de financiación mantenga los casi 3.000 millones de euros que Cataluña recibe en concepto de fondo de suficiencia, además de recibir la aportación extra de 5.229,6 millones que establece la nueva cesta de impuestos descrita en el Estatut.
La federación exhibió hoy el Estatut como arma para negociar el nuevo modelo de financiación para Cataluña --que se debe acordar antes del 9 de agosto--, en un acto en el Parlamento con las ejecutivas de CDC y de UDC, la mayoría de ex consejeros de Economía de CiU, como Macià Alavedra, y el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol.
Estos más de 5.200 millones de euros son el resultado de incrementar la cesión del IRPF y del IVA desde el 33% y el 35%, respectivamente, hasta el 50%, además de obtener el 58% de los impuestos especiales en lugar del 40% que configuraba el modelo de 2002.
Para lograr este propósito, CiU esgrimió varios argumentos recogidos en el Estatut, entre los que figura el criterio de ordinalidad (artículo 206.5). Según este principio, el Estado debe garantizar que la aplicación de los mecanismos de nivelación no altere en ningún caso la posición de Cataluña en la ordenación de rentas per cápita entre las comunidades.
Según datos de 2006, Cataluña figuraba en el tercer puesto de la clasificación de comunidades en recursos per cápita antes de aplicar los mecanismos de nivelación, tras lo cual baja hasta el undécimo puesto. Para recuperar esa posición, Cataluña debería recuperar unos 3.000 millones de euros.
"Quien más tiene, más debe pagar, pero no puede ser que el que paga acabe siendo más pobre que el que ha recibido", argumentó el presidente de CiU, Artur Mas, que recordó otros argumentos, como la aplicación del principio de lealtad, por el que el Estado debe compensar el coste que supone para la Generalitat la aprobación de normativas como la Ley de Dependencia, que puede acarrearle al Ejecutivo catalán un coste adicional de 1.000 millones de euros.
Pero además, alegó el déficit estructural de la financiación de la sanidad, las nuevas necesidades de gasto vinculadas a la inmigración, el coste de la vida y la supresión del Impuesto de Patrimonio, que supone perder 471 millones euros de ingresos para Cataluña.
Por último, y reconociendo que éste sí es un asunto a negociar, apuntó que el Estatut abre la puerta a una única administración tributaria en Cataluña.
VOLUNTAD DE ACUERDO.
Con este escenario, Mas remarcó que CiU tiene la "voluntad explícita" de alcanzar acuerdos con el Gobierno catalán para poder cerrar un buen acuerdo, tal y como demostraron con el Estatut --remarcó-- pese a estar en la oposición.
Sin embargo, tanto él como el presidente de UDC y secretario general de CiU, Josep Antoni Duran, subrayaron que para alcanzar acuerdos hay que partir de la idea de que debe exigirse el cumplimiento del Estatut al 100%, y que la postura debe ser unitaria.
"Si se habla de unidad de acción, no puede ser que partidos del Gobierno catalán presenten después enmiendas en Madrid", como ocurrió con el Estatut y el PSC, recordó. Añadió que, si el Estado "pone las cosas muy difíciles", los partidos catalanes deberán ejercer su autonomía en las Cortes, en referencia a que los diputados del PSC puedan desmarcarse del voto del PSOE.
Mas admitió que Cataluña no puede exigir más de lo que dice el Estatut, pese a que la aspiración de CiU llega hasta el concierto económico. "No más que eso, pero tampoco menos", insistió.
Sin embargo, aseguró que el Estatut es una herramienta que da una "gran potencialidad" a Cataluña en materia de financiación, motivo por el cual hay reacciones en contra desde otras comunidades autónomas gobernadas por el PSOE.
Además, aseguró que, según los letrados del Parlamento, el Estatut debe prevalecer por encima de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca), asegurando la bilateralidad.
"NO NOS ARRUGARÁN".
El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran, remarcó que los planteamientos de Cataluña sobre financiación siempre han sido objeto de "escándalo y alarmismo" por parte de los socialistas, actitud que mantiene también ahora el vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el ex presidente del Gobierno Felipe González.
"No nos arrugarán", aseguró Duran, que añadió que CiU nunca ha discutido la solidaridad, pero las familias catalanas no pueden tener una capacidad de compra por debajo después de aplicarse la solidaridad. "No tiene ninguna justificación", indicó.
Además, vio "inaceptable el déficit fiscal de entre el 7% y el 10% de su PIB que sufre Cataluña", aunque no quiso compararlo respecto a otras comunidades, sino a la Administración del Estado.
La situación económica, utilizada como "excusa" por Solbes, no puede servir como "atenuante", según Duran. "Más que nunca, con el Estatut, desde Cataluña debemos decir que tenemos un buen instrumento para combatir" la crisis, argumentó. Lo contrario, a su juicio, sería "injusto para Cataluña como territorio y para las personas".
Asimismo, Duran apuntó que, si al Gobierno "no le condiciona" el Estatut para cerrar un nuevo modelo, se tratará de un Ejecutivo "que no merece respeto democrático".
Tras varios contactos previos, alguno de ellos con el desacuerdo como resultado, CiU y Gobierno catalán iniciarán mañana conversaciones formales, en una reunión en la que participará el consejero de Economía, Antoni Castells, y los diputados de la federación Francesc Homs, Antoni Fernàndez Teixidó y Antoni Castellà.
