WASHINGTON, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de EEUU, George W. Bush, reconoció hoy que la economía del país se enfrenta a "tiempos difíciles", aunque defendió que los diferentes miembros de la Administración han adoptado y seguirán tomando las decisiones apropiadas para enfrentar estas dificultades.
"Una cosa es segura, atravesamos tiempos difíciles", admitió Bush tras mantener un encuentro urgente con el secretario del Tesoro, Henry Paulson, y otros asesores económicos. "No obstante, otra cosa también es segura, y es que hemos adoptado acciones fuertes y decisivas", añadió Bush.
En este sentido, el presidente de EEUU quiso mostrar su respaldo a las medidas adoptadas por la Reserva Federal y, especialmente a la figura de Paulson, de quien destacó el apoyo brindado a las acciones de la Fed, que a su vez el mismo afirmó respaldar.
Asimismo, Bush quiso apuntar que sus asesores económicos han reafirmado su confianza en la fortaleza de las instituciones financieras del país y en el funcionamiento ordenado y eficiente de los mercados financieros, aunque admitió la necesidad de continuar vigilando la situación y la disposición "cuando sea necesario" a actuar de manera "decisiva" de una forma que continúe devolviendo el orden a los mercados financieros.
"A largo plazo nuestra economía va a estar bien. Ahora estamos afrontando una situación complicada", concluyó Bush al tiempo que volvía a felicitar a Paulson por su "fuerte y consistente liderazgo".
La Reserva Federal de EEUU (Fed) decidió este fin de semana recortar en un cuarto de punto porcentual, hasta el 3,25%, su tipo de descuento de préstamos a los bancos como parte de un paquete de medidas destinadas a recuperar la confianza en los mercados.
Además, la Fed autorizó al Banco de Reservas Federal (Federal Reserves Bank) a crear una nueva linea de financiación para mejorar el acceso de las entidades a las subastas de liquidez en el mercado.
Asimismo, la Fed acordó proporcionar financiación especial a JPMorgan Chase en el acuerdo alcanzado para adquirir al banco de inversión Bear Stearns a un precio de 2 dólares (1,28 euros) por acción, lo que valora el banco en cerca de 236 millones de dólares (151,5 millones de euros). De este modo, el banco central de EEUU se hará cargo del pago de 30.000 millones de dólares (más de 19.000 millones de euros) del activo menos líquido de Bear Stearns.
