MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Las medidas de ajuste basadas en estrategias de recorte de los gastos suelen tener más éxito que las basadas en subir impuestos, según la firma especializada en asesoramiento financiero y de negocios KMPG.
Asimismo, la compañía señaló que "es más probable" que los ajustes rápidos surtan más efecto que los graduales, y que "a diferencia de lo que se cree comúnmente", estos programas "han demostrado a menudo que impulsan el crecimiento".
En este mismo sentido, recordó que los enfoques centrados en los gastos que han funcionado en el pasado han impulsado el crecimiento económico "a través de la mejora de la confianza, la reducción de los tipos de interés y los efectos positivos en los costes laborales".
Por contra, KPMG destacó que los enfoques centrados en los impuestos "son más propensos a limitar el crecimiento, aunque también puede formar parte de los programas de ajuste".
En concreto, la firma de servicios profesionales señaló que algunas subidas impositivas son "preferibles" a otras. El aumento de los impuestos de Seguridad Social, de Sociedades y sobre la Renta, serían los que más perjudican al crecimiento, mientras que el aumento de los impuestos sobre el consumo y sobre propiedades inmobiliarias "afectan al crecimiento en menor medida".
En cuanto a la magnitud del ajuste, según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), la deuda pública española llegará al 70% del PIB a finales de 2010, por lo que sería preciso un ajuste de 10,7 puntos hasta 2020 para garantizar la sostenibilidad de la misma, una reestructuración 2,6 puntos superior a la media de los países del G-20.
AJUSTE DIFÍCIL DE VENDER.
KPMG reconoce que el enfoque "correcto" para los ajustes fiscales puede ser "difícil de vender desde el punto de vista político", aunque estima que "es posible que sea necesaria una situación de crisis para que se permitan recortes importantes en los salarios públicos y en las pensiones.
De este modo, la firma valora que el contexto político es "importante" dada la impopularidad de las medidas, y considera que es probable que los gobiernos tengan que "pensar lo impensable" y considerar el "cambio radical de la escala y del alcance de sus actividades para garantizar la sostenibilidad fiscal".
