MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El responsable federal de Economía y Trabajo de Izquierda Unida, José Antonio García Rubio, denunció hoy que el Gobierno trate de realizar una "maniobra de confusión" al presentar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2010 con un respaldo "ficticio del que carecen por completo".
En un comunicado, Rubio aseguró que éstos no son los Presupuestos con mayor apoyo de todos los presentados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a pesar de lo que dijo ayer el PSOE desde la tribuna del Congreso y del intento repetido hoy por la vicepresidenta primera del Gobierno, Maria Teresa Fernández De la Vega tras el Consejo de Ministros.
"Tampoco tienen el respaldo de la izquierda y, desde luego, no tienen el acuerdo parlamentario de IU, como hemos insistido desde hace días", señaló Rubio, quien recordó que la posición de Izquierda Unida es la misma que al comienzo del trámite parlamentario del texto del Ejecutivo. "Son unos presupuestos injustos e inútiles para crear empleo y contribuir a salir de la crisis, así como técnicamente inviables", añadió.
A su parecer, el Gobierno simula en beneficio propio un escaso conocimiento sobre el procedimiento de tramitación de las cuentas públicas para presentarlas con un respaldo del que carecen, a lo que han ayudado, sin duda, algunos titulares de prensa que no se corresponden con el contenido de las noticias que sí informan correctamente del trámite parlamentario.
En este sentido, explicó que la Ley de Presupuestos no se vuelve a votar globalmente en el Congreso cuando vuelve del Senado, sino que sólo se votan las enmiendas parciales aprobadas en la Cámara Alta. "Izquierda Unida se ha limitado a votar aquellas enmiendas que mejoraban el proyecto y rechazar las que lo empeoraban", añadió.
Según Rubio, los Presupuestos han mantenido en lo fundamental los mismos contenidos negativos que justificaron su rechazo pese al esfuerzo de los grupos, por lo que siguen siendo unos Presupuestos "que miran a la derecha y que sólo cuentan con el aval global del PNV y Coalición Canaria.
