BUENOS AIRES, 17 Ene. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -
El consorcio Veloxia, liderado por la compañía francesa Alstom y participado por la constructora española Isolux Corsán y las compañías argentinas Iecsa y Emepa, se ha adjudicado por casi 1.000 millones de euros la construcción del tren de alta velocidad que unirá las ciudades argentinas de Buenos Aires, Rosario y Córdoba.
Las obras comenzarán en 60 días y, según el contrato, se espera que el tren entre en funcionamiento en un plazo de 30 a 36 meses. La obra prevé la construcción de un tren eléctrico de alta velocidad entre Buenos Aires y la ciudad de Rosario, 200 kilómetros al norte, y de allí a la ciudad de Córdoba, a 600 kilómetros.
El proyecto fue impulsado durante la anterior presidencia de Néstor Kirchner y le ha tocado a su esposa y sucesora, la presidenta Cristina Fernández, firmar la adjudicación del proyecto, que de cumplirse los plazos anunciados debería estar finalizado antes de que termine su presidencia en diciembre de 2011.
Se trata de la obra de mayor magnitud impulsada por el Estado argentino en las últimas décadas pero ha recibido numerosas críticas de analistas del transporte que consideran que el Gobierno podría haber destinado esos fondos a mejorar el deficiente servicio de los trenes de cercanías, en los cuales los pasajeros viajan hacinados.
Al acto de la firma de la adjudicación asistieron la presidenta Fernández, el ministro de Transportes fránces, Dominique Bussereau, el embajador de Francia en Argentina, Fréderic Baleine du Laurens, y los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli, de Córdoba, Juan Schiaretti, y de Santa Fe, Hermes Binner.
Tras la firma, celebrada en la Casa Rosada, la presidenta afirmó que con esta obra se está dando "un salto importante a una modernidad diferente, a una Argentina diferente" que, según dijo, viene a complementar un desarrollo en materia de articulación vial, de comunicación, de transporte que se desarrolla en todo el país.
