BRUSELAS, 28 May. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea dio hoy el primer paso para permitir la importación de pollos procedentes de Estados Unidos al presentar ante el Comité de la Cadena Alimentaria y de la Sanidad Animal de la UE una propuesta que fija condiciones estrictas para que puedan ser utilizadas cuatro sustancias químicas para la desinfección de este tipo de aves. La importación de la carne de pollo estadounidense está prohibida en la Unión Europea desde 1997 por la utilización de dichas sustancias y la mayoría de los ministros de Agricultura europeos ya advirtieron la semana pasada de su negativa a levantar el embargo.
El portavoz del Ejecutivo comunitario, Johannes Laitenberger, explicó este miércoles en rueda de prensa que se trata de un "problema real que necesita una solución" y que de no ser así podría haber un "riesgo de litigio" ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La propuesta de Bruselas para llegar a levantar el embargo es que las cuatro sustancias cloruras utilizadas por Estados Unidos para la desinfección de este tipo de aves sean empleadas bajo una serie de condiciones estrictas, incluida el que solo se use una de ellas en el proceso de descontaminación de los pollos.
Además, la carne a la que se aplique este proceso de desinfección deberá ser la de una pieza completa del ave y no sobre partes separadas del pollo. De cualquier modo, los consumidores deberán saber que el producto ha estado en contacto con las sustancias químicas, por lo que el productor deberá indicar en el etiquetado que el pollo "ha sido tratado con sustancias antimicrobianas" o "descontaminada con productos químicos".
Según informó la Comisión en un comunicado, también se aplicarán condiciones duras al tratamiento de limpieza con agua de los pollos, a fin de garantizar la protección del medio ambiente. Asimismo, los productores deberán recoger los datos relacionados con las sustancias, de modo que estén disponibles para las autoridades competentes.
La autorización a la importación de pollos estadounidenses, sujeta a estas condiciones, tendría una validez de dos años y será revisada periódicamente, junto con nuevas opiniones científicas que se vayan recibiendo.
Por su parte, COPA-Cogeca, organismo que agrupa a las organizaciones profesionales agrarias y a las cooperativas de la UE, lamentó la decisión tomada hoy por los comisarios europeos, a los que acusó de "no haber escuchado a los consumidores y productores". En un comunicado, la confederación aseguró, además, que "incluso los consumidores norteamericanos defienden el enfoque de la UE a este respecto y apoyan las demandas".
El secretario general de COPA-Cogeca, Pekka Pesonen, advirtió de que "tratar la carne con diferentes sustancias al final de la cadena de producción ha desembocado en el incremento del número de pollos contaminados". La descontaminación al final de la cadena de producción no aporta ningún valor añadido, pero sí es causa de muchas dudas, en particular por lo relativo a la creación de resistencias a los antibióticos y otras sustancias antimicrobianas, explicó en el comunicado.
