MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y las organizaciones de consumidores UCE y CEACCU denunciaron hoy que las grandes cadenas de distribución alimentaria no están trasladando la caída de las cotizaciones de las hortalizas de invierno y el cerdo a sus lineales.
Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que mensualmente elaboran de forma conjunta estas organizaciones, en su edición de noviembre, refleja que los precios de la coliflor y la alcachofa cayeron en la huerta un 72% y un 51%, respectivamente, mientras que en destino tan sólo experimentaron una rebaja del 6% y del 2,4%.
De esta manera, los márgenes comerciales se elevan por encima del 900% en ambos productos, concretamente, un 925% en el caso de la alcachofa y 982% para la coliflor. Asimismo, destacan también los diferenciales de precios en otras hortalizas como la zanahoria (1.225%), berenjena (720%) y pepino (620%).
En el caso de este último, los agricultores de la costa granadina han comenzado a destruir cerca 20.000 kilogramos de producto para descongestionar el mercado y presionar al alza a los precios que, en la segunda quincena de noviembre, registraron unos precios en origen de 0,06 euros por kilos, muy por debajo de los costes de producción situados en 0,40 euros por kilos.
"El mercado europeo se ha saturado y nos hemos visto obligados a la destrucción de productos ante unos precios de miseria en nuestros campos y la ausencia de mecanismo de regulación de mercado públicos. Si las grandes cadenas de distribución hubieran trasladado el desplome de los precios al consumidor, se habría estimulado el consumo y liberado parte de los excedentes", argumentó el responsable de Mercados Agrarios de COAG, Miguel Padilla.
En los productos ganaderos, la carne de cerdo eleva sus márgenes al 566% por los bajos precios en origen, estableciendo el diferencial más alto de los últimos 15 meses. Le sigue la ternera, con una diferencia entre la granja y el hogar del 442%.
Por ello, COAG consideró necesario recuperar los mecanismos de regulación de mercado dentro de la Política Agraria Común, (retiradas de producto para alimentación animal o reparto gratuito en centros benéficos, intervención pública, almacenamiento privado, entre otras), para gestionar de forma eficiente esta crisis y garantizar así unos precios rentables para los agricultores y ganaderos por encima de costes.
