NUEVA YORK, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
La compañía estadounidense de tarjetas de crédito y servicios de pago American Express (AmEx), que el pasado mes de noviembre se transformó en una corporación bancaria para poder participar en el plan de rescate del Gobierno, obtuvo un beneficio neto de 437 millones de dólares (330 millones de euros) en los tres primeros meses de 2009, lo que supone una caída del 56% respecto al mismo periodo del año anterior, lastrada por el repunte de la morosidad.
La cifra de negocio de la entidad alcanzó los 5.926 millones de dólares (4.479 millones de euros), un 18% menos, ante la caída de la facturación del 17% en EEUU y del 14% a nivel internacional, mientras que sus operaciones de servicios comerciales bajaron un 17%.
La multinacional elevó un 50% sus provisiones, hasta 1.800 millones de dólares (1.361 millones de euros) en previsión del incremento de las amortizaciones. El ratio de solvencia de la entidad se situó a finales de marzo en el 14,8%.
El presidente y consejero delegado de AmEx, Kenneth I. Chenault, indicó que la compañía prevé un incremento de las amortizaciones de entre 200 y 250 puntos básicos en el curso del segundo trimestre y un aumento de 50 puntos básicos o menos en el tercero.
"Continuamos siendo muy prudentes respecto a las perspectivas económicas y planeamos adoptar nuevas medidas de reestructuración ren el segundo trimestre para reducir nuestros costes operativos", añadió.
El pasdo mes de octubre, la entidad ya anunció el recorte de 7.000 puestos de trabajo, así como la congelación de los salarios de sus directivos en 2009 y que realizará nuevas contrataciones en el marco de un programa para reducir costes por importe de unos 1.800 millones de dólares (1.399 millones de euros).
Por otro lado, AmEx mostró su disposición a devolver al Gobierno las ayudas de casi 3.500 millones de dólares recibidas por su participación en el plan de rescate "si así lo estiman oportuno los reguladores y tras las valoraciones de las pruebas de esfuerzo".
