LA HABANA, 30 Mar. (Reuters/EP) -
El presidente de Cuba, Raul Castro, ha relajado la normativa de gasto de reservas en moneda extranjera por parte de las empresas estatales, lo que puede representar uno de los primeros cambios en la forma de gestionar la economía del país, según señalaron empresarios y economistas.
Las autoridades cubanas han puesto fin a la regulación que exigía que el Banco Central de Cuba aprobara todos los gastos por parte de las empresas estatales que superaran los 10.000 dólares (7.600 euros), según señalaron tanto fuentes cubanas como del exterior, lo que podría aliviar la burocracia y el control central.
La normativa eliminada había ralentizado las operaciones diarias de las empresas estatales y afectado a su producción, mientras que apenas había logrado controlar de manera efectiva el gasto de la isla, según señalaron las fuentes, que solicitaron mantenerse en el anonimato.
"La comisión de divisas del Banco Central no se inmiscuirá en la actividad empresarial", afirmó un empresario cubano.
Esta última decisión se produce después de la profunda reestructuración del Gobierno cubano adoptada a principios de mes, que supuso el cambio de ocho ministros y varios altos funcionarios.
La profunda remodelación acometida por Raul Castro, que asumió el poder en sustitución de su hermano Fidel Castro y quien es considerado como un político pragmático, parece ir encaminada a la racionalización del modelo económico comunista de Cuba.
Diversos líderes empresariales expresaron su confianza en que la medida beneficie a todos los sectores económicos al acelerar el proceso operativo, especialmente en los sectores que requieren una mayor agilidad, como el turismo y la agricultura.
Los analistas señalan que este último cambio regulatorio pone fin al control impuesto desde 2003/04, cuando el Gobierno de Fidel Castro reinstauró una rígida centralización de la economía tras haber permitido un mayor grado de autonomía económica durante los años 90.
"Representa menos burocracia, menos control central, y más autoridad y responsabilidad en manos de los gestores de las empresas estatales", dijo Phil Peters, del Insituto Lexington de Virginia.
"Si se producen reformas más profundas, las empresas estatales serán más eficientes y rentables y también serán menos, puesto que las perdedoras abandonarán el negocio", añadió.
UNA ECONOMÍA MALTRECHA.
Por otra parte, los analistas consultados consideran que los últimos nombramientos efectuados por Raul Castro pretenden cambiar la inercia burocrática y la desorganización que aflige a la economía del país.
La economía caribeña se ha visto muy perjudicada por los efectos de los tres fuertes huracanes que golpearon Cuba el año pasado, así como por la volatilidad de las materias primas y la crisis financiera global. De este modo, la balance de pagos que mide el flujo de entrada y salida de divisas extranjeras en Cuba registró un déficit de más de 2.000 millones de dólares en 2008, frente al superávit de 500 millones de dólares anterior, lo que obligó al país a negociar nuevos términos con sus acreedores.
De este modo, la última decisión adoptada pretende eliminar algunas de las rigideces propias de una economía controlada por el Estado.
De hecho, varios expertos en la situación cubana consideran que la remodelación de Gobierno llevada a cabo por Raul Castro sigue el modelo de reforma militar denominado ""perfeccionamiento empresarial".
Este modelo fue desarrollado por las compañías de suministro de las Fuerzas Armadas de Cuba cuando Raul Castro era ministro de Defensa del país, que buscaba modernizar la gestión y las prácticas contables al otorgar a los responsables locales respecto al día a día de la gestión empresarial.
Desde entonces, Raul Castro ha adoptado pequeños pero simbólicos pasos dirigidos a aliviar las restricciones sobre varios bienes de consumo. Asimismo, también ha descentralizado el proceso de toma de decisiones.
