SEVILLA, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
Más de un centenar de empleados de la fábrica de yogures y postres de Central Lechera Asturiana (CLAS) en Sevilla pidieron hoy, tras una manifestación que culminó en la Casa Rosa, la "intervención urgente" de la Junta para solucionar la situación de los 165 trabajadores afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) que la compañía prevé llevar a cabo.
Tras la ruptura ayer de las negociaciones entre la empresa y los trabajadores, fuentes sindicales consultadas por Europa Press subrayaron la necesidad de que la Junta "recapacite e intervenga en el conflicto laboral" para alcanzar un acuerdo en breve.
Por otra parte, indicaron que la intervención de la Junta aseguraría una mayor información sobre los movimientos de posibles compradores y la búsqueda de una solución satisfactoria para ambas partes.
Así, recordaron que de las negociaciones de CLAS con la firma interesada por adquirir la planta continúan "en el aire" y que el "conocimiento por parte de los empleados de la situación real podría ayudar a encontrar una solución".
La manifestación partió hoy sobre las 12.00 horas de la Plaza de España de la capital hispalense y discurrió "sin incidentes" hasta la Casa Rosa, donde se concentraron más de un centenar de trabajadores de CLAS como protesta a su situación actual y para reivindicar soluciones, según las mismas fuentes.
Los trabajadores y la dirección de la planta sevillana de CLAS no alcanzaron ayer un acuerdo sobre el ERE "dándose por terminadas las negociaciones por parte de la empresa", según relataron con anterioridad a Europa Press fuentes sindicales.
La reunión concluyó sin acuerdo "y sin un acercamiento de posturas", pues la propuesta puesta encima de la mesa por parte de la empresa "es insuficiente", señalando que "sería conveniente y necesario celebrar más encuentros con el objetivo de avanzar en la negociación".
Así, subrayaron que desde Central Lechera Asturiana "se ha asegurado que el periodo de negociaciones se ha acabado", por lo que en los próximos días presentará un acta de desacuerdo que los trabajadores "no van a firmar, pues todavía hay tiempo para hablar y acercar posturas".
