BRUSELAS, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal de primera instancia de la Unión Europea desestimó hoy las quejas planteadas por la compañía aérea de bajo coste easyJet contra la fusión entre Air France y la holandesa KLM y da así la razón a la Comisión Europea, que había declarado, el 11 de febrero de 2004, conforme al derecho comunitario la operación entre las dos aerolíneas.
La 'low cost' solicitó al Tribunal anular esta decisión al entender que se reforzaba la posición dominante en el mercado de las empresas francesa y holandesa. El Tribunal rechaza los motivos alegados por easyJet, ve apropiada la definición del mercado efectuada por la Comisión, en virtud de la cual cada una de las rutas entre un punto de origen y un punto de destino constituye un mercado separado, y no considera demostrado que se haya reforzado la posición dominante de Air France y KLM.
Por otro lado, señala que easyJet no ha demostrado "de modo suficiente y con arreglo al derecho" que la Comisión haya incurrido en un error de apreciación al no haber tenido en cuenta los mercados en los que no se producía solapamiento entre las actividades de Air France y de KLM, puesto que easyJet no los ha identificado con claridad.
Por lo tanto, según el Tribunal de la UE, "no se ha demostrado que se haya creado o reforzado una posición dominante ni que la competencia en dichos mercados se haya visto menoscabada en consecuencia".
También argumenta el Tribunal que easyJet no ha demostrado que la Comisión haya incurrido en un error de apreciación al no haber analizado el fortalecimiento de la posición de la entidad fusionada en el mercado de compra de los servicios aeroportuarios. Además, dice que no ha aportado ningún dato que demuestre que Air France y KLM pueden influir de un modo u otro en el operador Aeropuertos de París, en lo que atañe a la asignación de franjas horarias.
Asimismo, indica que easyJet no ha alegado elemento probatorio alguno que acredite que la Comisión incurrió en un error al declarar que los aeropuertos de parisinos de Roissy-Charles-de-Gaulle y Orly son sustituibles. Y señala que la Comisión no ha incurrido en ningún error de apreciación de los efectos de la concentración en la competencia potencial.
Dada la centralización de las actividades de Air France y de KLM en dos puntos geográficamente separados (París y Amsterdam, respectivamente), el Tribunal estima que easyJet no ha demostrado que, de no llevarse a cabo la concentración, KLM podría ejercer desde París una presión competitiva real sobre Air France.
En último lugar, el Tribunal observa que easyJet no demuestra que las soluciones adoptadas, entre ellas el compromiso entre Air France y KLM para la cesión de franjas horarias por un tiempo ilimitado, sean suficientes para disipar las serias dudas que albergaba la Comisión acerca de la compatibilidad de la operación con el mercado común.
