MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
La organización ecologista Greenpeace colocó esta mañana ante la puerta del Ministerio de Industria, en Madrid, un globo terráqueo realizado en hielo, coincidiendo con el primer aniversario de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto, para protestar por la política seguida en este ámbito por el titular de Industria, José Montilla. El acto tuvo que ser disuelto por efectivos de la Guardia Civil.
Los ecologistas considera que España es el país más alejado de cumplir los objetivos de Kioto y denuncian que el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero de España es "tres veces superior" al que permite el protocolo de emisiones.
Activistas de Greenpeace lograron sacar de una furgoneta la bola de hielo y permanecer unos minutos delante de la sede del Ministerio con pancartas con el lema "España, última en Kioto", pero posteriormente, agentes de seguridad y de la Guardia Civil les disolvieron y tomaron los datos de algunos de ellos.
En un principio, los activistas habían aparcado la furgoneta dentro de las instalaciones de Industria para descargar la bola, pero, tras discutir con los agentes de seguridad, tuvieron que sacarla del recinto y cargar con el globo terráqueo.
La responsable de la campaña de energía y cambio climático de Greenpeace, Sara Pizzinato, explicó que el objetivo de esta protesta es celebrar el primer aniversario de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto y exigir que el nuevo Plan Nacional de Asignaciones de Emisiones -- que esta tarde se debate en el Consejo Nacional del Clima-- sea "menos generoso que el anterior", al que calificó de "escandaloso" por el alto nivel que permitía.
UN INCREMENTO DEL 50% DE EMISIONES
En la actualidad, según Pizzinato, España emite tres veces más que lo permitido por el Protocolo de Kioto y, desde los años 90, se ha producido un incremento del 50%. Ante estos datos, exigió al ministro Montilla que "impulse medidas ambientales y sancione a las empresas más contaminantes".
Ello supondría, dijo, un cambio de rumbo en la tendencia del anterior Plan Nacional de Asignaciones que, a juicio de la organización ecologista, apoyaba a las empresas más contaminantes subvencionando parte de sus emisiones.
"Hasta el momento, la política del Ministerio de Industria no ha puesto ningún freno a las emisiones españolas y no ha apostado por las energías renovables", lo que ha supuesto que, frente al resto de los países de la Unión Europea, donde la demanda se está estabilizando, en España, la demanda crezca a un ritmo de un 4% anual. "En Europa se está demostrando que un mayor consumo de energía no significa un mayor bienestar", concluyó.
