TARRAGONA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Roquetes (Tarragona), Francesc Gas (PSC), pidió hoy a la Generalitat de Cataluña que destine los mismos esfuerzos "ejemplares" a salvar la factoría de Lear y sus 520 puestos de trabajo que los que empleó para garantizar la continuidad de las plantas de Seat y Nissan en Barcelona.
Consideró que el anunció del cierre de Lear en el municipio tiene "proporcionalmente el mismo impacto" que si uno de estos grandes fabricantes decidiera cerrar sus instalaciones en el área metropolitana, por lo que instó al Gobierno catalán a llevar a cabo "la misma lucha" para salvar la planta o encontrar industrias alternativas que se ubiquen en la zona a corto y medio plazo.
Gas viajará a Barcelona junto con el alcalde de Tortosa, Ferran Bel, para reunirse el jueves con la consellera de Trabajo del Govern, Mar Serna, a quien trasladará la petición de las Terres de l'Ebre de tener un trato "preferente" en los planes de reindustrialización de Cataluña en los que trabaja la Generalitat.
En declaraciones a Europa Press, el alcalde de Roquetes aseguró que el cierre es "un duro golpe para muchas familias, muchas parejas que trabajan en la factoría y que tienen mucha antigüedad", lo que también puede dificultar la recolocación en el mercado laboral de la plantilla, formada mayoritariamente por mujeres.
Asimismo, recordó que las comarcas de les Terres de l'Ebre son de las más castigadas por el incremento del paro fruto de la crisis económica. "Primero fue la Ribera d'Ebre --con ERE como el de Ercros en Flix y otras químicas--, después el sector del mueble en el Montsià y ahora esto", lamentó.
Explicó que Lear, implantada en el municipio en 1973, fue una firma referente y que provocó "una pequeña revolución industrial" en la zona, con cambios como la política de incentivos y pluses industriales o la incorporación importante de la mujer al trabajo en la comarca.
Finalmente, reiteró que la posición del consistorio será la de "estar al lado de los trabajadores" y trasladar a la Generalitat la necesidad de buscar alternativas viables que reparen las pérdidas en el tejido industrial.
Gas criticó también la actitud de multinacionales como Lear, que se implantan con condiciones favorables e incluso "inversiones públicas", para luego cuando no les va tan bien, deslocalizar producción o cerrar.
