ROMA, 27 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Gloria Moreno) -
El grupo automovilístico italiano Fiat prevé cerrar el año 2009 con un beneficio operativo ('trading profit') de más de 1.000 millones de euros a pesar de la crisis que está atravesando el sector, según aseguró hoy su consejero delegado, Sergio Marchionne, ante la junta de accionistas.
Según Marchionne, la crisis está ahora tocando sus puntos "más bajos" y ya empiezan a verse los "primeros indicios de un proceso de saneamiento" en las principales economías del mundo.
En el caso particular de Fiat, el grupo "ha sabido aprovechar" el paquete de incentivos puesto en marcha por el Gobierno que lidera Silvio Berlusconi. Gracias a estas ayudas, la situación en Italia "está mejorando" y se está renovando el parque de automóviles, concretó el presidente del grupo, Luca Cordero di Montezemolo, en su intervención.
Aun con todo, "el primer gran problema con el que la industria del automóvil debería sacar cuentas es el de la sobrecapacidad productiva", lo que evidencia la "necesidad de racionalizar la producción es evidente", reconoció Marchionne.
Por otro lado, el consejero delegado no dudó en criticar las "peligrosas decisiones unilaterales" que han adoptado algunos países europeos para beneficiar a sus respectivas industrias nacionales y con las que han situado "a algunos actores en posición privilegiada", constriñendo a los demás "a combatir con las manos atadas".
Ante la crisis, "cada país ha seguido su propio camino, mientras que una intervención coordinada a nivel europeo habría garantizado la igualdad de trato a todos los constructores y a todos los mercados", lamentó.
Durante su intervención, Marchionne también afrontó el acuerdo con el grupo americano Chrysler y aseguró que "si finalmente va a buen puerto, traerá grandes beneficios" para Fiat, que con esta alianza, no tendrá que realizar "ninguna inversión de caja" ni "tampoco adquirirá compromisos que obliguen a financiar a Chrysler en el futuro", especificó.
