DETROIT (ESTADOS UNIDOS), 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
El grupo automovilístico estadounidense Ford, compuesto por las marcas Ford, Jaguar, Volvo, Mazda, Lincoln, Mercury, Land Rover y Aston Martin, "sigue estudiando" la posibilidad de construir una planta de bajo coste en Norteamérica, donde la empresa está llevando a cabo un plan de reestructuración denominado 'Way Forward'.
Así lo aseguró el presidente de la empresa en América, Mark Fields, en el marco de una conferencia con representantes de la industria, al mismo tiempo que resaltó que la decisión final sobre la localización de esta nueva factoría se tomará durante el próximo año.
Esta instalación podría situarse en México, ya que, según anunció el diario 'The Oakland Press' el pasado mes de junio, el fabricante invertirá 9.000 millones de dólares (7.290 millones de euros) en varias plantas del país en los próximos seis años.
Esta decisión está orientada a aumentar la capacidad de producción de vehículos y de transmisiones de Ford en el país, donde los costes de fabricación son menores que en Estados Unidos. Además, el diario señalaba que, como parte de esta inversión, la empresa podría construir una nueva planta en México.
NUEVOS MODELOS.
Por otro lado, el presidente de la multinacional en América señaló que los cambios que ha sufrido la compañía a raíz de la puesta en marcha del plan de reestructuración, denominado 'Way Forward', "se están poniendo de manifiesto" en el diseño de nuevos vehículos.
Fields apuntó que el trabajo para dar la vuelta a las operaciones de la compañía en Norteamérica "ha servido para definir mejor las marcas Ford, Lincoln y Mercury". Asimismo, señaló que la mayor parte de los vehículos de estas firmas han sufrido innovaciones en su diseño.
Sin embargo, destacó que muchos de los vehículos lanzados por el grupo recientemente "únicamente tienen ligeros cambios". Fields, resaltó que muchas de estas innovaciones en el diseño de los vehículos no han sido dadas a conocer públicamente todavía.
El plan conocido como 'Camino hacia adelante' (Way Forward), presentado el pasado mes de enero, fue diseñado con la intención de reducir los costes de producción de los vehículos en Estados Unidos y de amoldarse a las necesidades del mercado de este país.
Dentro de esta estrategia de reducción de gastos, la empresa cerrará las plantas de Wixon, Atlanta y Sant Louis, entre otras medidas. Hasta el momento 38.000 trabajadores de la compañía en Norteamérica se han suscrito a los planes de bajas incentivadas propuestos por la empresa.
