MADRID 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
¿Quieres mejorar tus finanzas pero crees que la inversión es algo complicado? El ahorro está en el abc de todo presupuesto familiar, sea de la envergadura que sea, y la renta variable puede ayudar a dar un impulso a la economía doméstica.
Aunque la renta fija aporta estabilidad y previsibilidad, la renta variable es un motor del crecimiento a largo plazo y tiene un mayor potencial, especialmente cuando se planifica a largo plazo y se adapta al perfil específico de cada inversor.
El riesgo, el tiempo que hay que dedicar al análisis de mercados o la variada oferta son factores que frenan a muchas personas, que optan por la estabilidad y previsibilidad de la renta fija o por otro tipo de activos. Sin embargo, la renta variable es el motor que puede dar impulso a una inversión a largo plazo.
Permite desarrollar carteras diversificadas por sectores y regiones con una sola decisión, asegura liquidez y ofrece ventajas fiscales, ya que solo se pagan impuestos por los beneficios en el momento en que se recupera la inversión.
Una de las claves es acudir a un buen profesional y Renta 4 es una entidad española cotizada e independiente con presencia en toda España que cuenta con un servicio de asesoramiento gratuito personalizado. Además, Renta 4 Gestora cuenta con fondos de renta variable que son una opción para todos, seas ahorrador o inversor.
FLEXIBILIDAD Y RENTABILIDAD
Elena Rico, gestora de fondos en Renta 4, asegura que invertir en fondos de renta variable aporta la "flexibilidad" para construir la cartera con la que uno se siente más cómodo y "alinearla ya no solo con tus intereses financieros, sino también con tus intereses personales".
Por su parte, Alejandro Varela, también gestor de la entidad, señala que una vez que se ha dado el paso de ser ahorradores a inversores, "lo idóneo sería incorporar como mínimo un 20 o 30% de la cartera en activos de renta variable, porque ha demostrado ser el activo más rentable a largo plazo".
"En el corto plazo la rentabilidad es muy impredecible. Sin embargo, a largo plazo está más que demostrado que se obtienen rentabilidades muy por encima de cualquier otro activo. Hablamos de 7-10% anualizado, que supone doblar el patrimonio cada 7 años o 10 años, y no hay ningún activo que consiga batir a la renta real en el largo de la vida", incide el director de Inversiones de Renta Variable, Javier Galán.
¿EN QUÉ SECTORES INVERTIR?
Elegir en qué invertir puede generar dudas. A este respecto, Rico afirma que en un mundo en constante cambio, existen diferentes tendencias donde se observan oportunidades y potencial de crecimiento para los próximos años.
"La inteligencia artificial (IA) es una de ellas, porque además tiene un papel fundamental en prácticamente todas las industrias", sostiene Rico, que cita también el sector salud a la vista del envejecimiento de la población, que demanda servicios sanitarios y para el bienestar.
Según indica, lo interesante es que "estas tendencias no sólo ofrecen un potencial de rentabilidad en el largo plazo, sino que además suponen cambios estructurales" en la forma de vivir y trabajar. "Para el inversor formar parte de éstas supone formar parte de ese cambio, de esa transformación para el futuro y además aprovechar el crecimiento de estas", asevera.
¿QUÉ PORCENTAJE DESTINAR A RENTA VARIABLE?
Varela asegura que no hay un principio universal sobre qué cantidad invertir en renta variable, pero apunta que, "en cualquier caso el porcentaje correcto o adecuado de inversión en renta variable dependerá del tipo de inversor y del horizonte temporal" con el que se quiere invertir.
Además,resalta que "la diversificación es un factor crucial a la hora de diseñar una cartera de inversiones". "Se trata de no poner todos los huevos en la misma cesta", destaca para explicar que esto se consigue "combinando fondos de inversión con distintas filosofías de distintas geografías de distintos segmentos o industrias".
POR QUÉ ES TAN BUENO A LARGO PLAZO
Por último, Galán expone que la renta variable es superior que otros productos en el largo plazo debido a la "capitalización compuesta" de los beneficios, que solo se consigue con las acciones.
Según relata, los dividendos son crecientes y la inflación también juega a favor del inversor. "No hay ningún activo que obtenga más rentabilidad que la renta variable", ha remarcado.