WASHINGTON, 16 May. (Reuters/EP) -
La presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Christina Romer, experta en la Gran Depresión iniciada en 1929, asimiló las medidas actuales con las adoptadas entonces, aunque matizó que políticas del presidente Barack Obama son más "pro mercado".
Romer recordó que el presidente Barack Obama una vez la llamó su "Frances Perkins", secretaria de Trabajo del presidente Franklin D. Roosevelt y primera mujer en desempeñar un cargo de jefe de Departamento en el Gobierno estadounidense.
La jefa del Consejo de Asesores Económicos señaló los paralelismos de la respuesta en ambas crisis, pero dijo que no son intencionados, sino porque "afrontamos problemas similares y compartimos valores parecidos".
Romer elogió las políticas de Obama, tales como el programa de estímulo de 2009, valorado en 787.000 millones de dólares, que ayudó a evitar una segunda Gran Depresión. Como Roosevelt, Obama comprende que la crisis demandaba una "política global de respuesta", pero dijo que las medidas actuales son más "pro mercado" que las de Roosevelt.
Además, aseguró que la economía estadounidense ya ha comenzado a remontar la crisis, pero advirtió de que será necesario adoptar más medidas a nivel federal para frenar los efectos sobre el nivel de desempleo.
"Lo que necesitamos ahora no es retirar el apoyo, sino más acciones dirigidas que ayuden al sector privado a regresar con más fuerza", afirmó Romer en un discurso pronunciado en una ceremonia de graduación de la Universidad de William y Mary de Williamsburg, en Virginia.
"Me temo que quienes deben adoptar las decisiones interpreten el regreso del crecimiento como una licencia para retirar su apoyo, esencial para la recuperación", agregó. "La economía está indudablemente en la trayectoria correcta, pero aunque la economía se está recuperando, aún no está recuperada", advirtió.
Así, Romer emplazó al Congreso a aprobar las propuestas del presidente Barack Obama para consolidar la recuperación, tales como el establecimiento de un fondo de préstamo para estimular el crédito para los pequeños negocios y dar liquidez a ciudades y estados y evitar así el despido de funcionarios públicos.
Los últimos datos del paro, correspondientes a abril, apuntan a la creación de 290.000 puestos de trabajo, una cifra mejor de lo esperado, pero la tasa se sitúa en el 9,9 por ciento. "Para los millones de estadounidenses que aún esperan volver a ser contratados, que luchan para proporcionar sustento a sus familias y pagar sus hipotecas, esta sigue siendo una crisis económica", dijo.
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