PALMA DE MALLORCA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La huelga de estibadores, que desarrolla hoy su segunda jornada, apenas está teniendo incidencia en la actividad de los puertos comerciales de Baleares, ya que las navieras han sido "previsoras" y las mercancías que se operan no requieren del empleo de este tipo de profesionales, por lo que la situación es de relativa normalidad.
Así lo manifestaron a Europa Press fuentes de la Autoridad Portuaria de Baleares, que explicaron que las mercancías que están llegando a los cinco puertos bajo su control (Palma, Alcúdia, Mahón, Ibiza y La Sabina) son del tipo 'autopropulsado' (contenedores sobre trailers), por lo que abandonan el puerto inmediatamente sin necesidad de realizar mayores operaciones.
Según las citadas fuentes, las navieras "han sido previsoras" y han preferido optar por este método -conocido como 'roll on-roll off'-, cuyo mayor inconveniente es que requiere emplear muchos camiones que transportan la carga ya estibada desde origen.
Sin embargo, el paro, convocado en la jornada de ayer por los sindicatos UGT, CCOO y Coordinadora de Estiba y Desestiba, y sólo por Coordinadora para la de hoy, está teniendo un seguimiento del 100 por 100, según informaron a Europa Press fuentes sindicales, que matizaron que se están respetando los servicios mínimos, que afectan a productos perecederos y a los de primera necesidad.
La huelga de estibadores se mantendrá hasta las 20:00 horas de hoy y afecta a unos 150 profesionales de Baleares, de los que 107 trabajan en el Puerto de Palma, que se oponen a la Directiva comunitaria sobre la liberalización de los servicios portuarios, al considerar que, tal y como está planteada, permite el intrusismo, al abrir la puerta a mano de obra no cualificada y, por lo tanto, conllevaría un aumento del riesgo laboral y el descenso de la productividad.
La directiva aprobada por el Consejo de Ministros de Transportes de la UE incluye la polémica autoasistencia, es decir, la posibilidad de que los armadores puedan realizar operaciones de carga y descarga con medios propios, es decir, sin contratar estibadores.
El secretario general de la organización internacional de estibadores (IDC), Julián Muñoz, cree que de salir adelante la iniciativa podría representar la pérdida de unos 2.000 empleos de estibador, de los 5.000 que actualmente hay en España.
Dado que el Parlamento Europeo ya rechazó la iniciativa, promovida por la entonces comisaria de Transportes Loyola de Palacio, los estibadores españoles confían en que se repita el rechazo y, como medida de presión, hoy mismo se manifiestan 6.000 de ellos -procedentes de 16 países- ante la sede de esta institución en Estrasburgo.
