PONTEVEDRA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil de Pontevedra ha desarticulado un grupo organizado que se dedicaba a la comercialización clandestina de erizos de mar y almejas procedentes del marisqueo furtivo en Portugal.
Según informa la Benemérita en un comunicado este miércoles, el grupo introducía en España estas especies con documentación falsa a través de dos empresas de la provincia de Pontevedra relacionadas con el sector alimentario.
Gracias a este sistema, los productos marinos terminaban dentro del circuito legal. En el transcurso de las pesquisas, la Guardia Civil investigó a dos empresas en la provincia de Pontevedra y dos operadores comerciales en Portugal, así como a siete personas: cinco españoles y dos portugueses. Se les imputan delitos de falsedad documental, contra el mercado y los consumidores y pertenencia a grupo criminal.
Las fuerzas del orden, a través del Serpona de Pontevedra, iniciaron la investigación en el año 2018 al detectar un documento oficial falso que amparaba 300 kilogramos de erizo de mar procedentes de Portugal.
Posteriormente, el 2 de mayo del mismo año, la patrulla del Seprona de Ponteareas interceptó una transacción de 650 kilos de erizos que se estaba realizando en el aparcamiento de un restaurante en el Ayuntamiento de Tomiño, próximo a la frontera con Portugal.
En esta ocasión, los agentes comprobaron que la mayor parte de la mercancía carecía de documentación de trazabilidad. Además, localizaron documentos mercantiles donde figuraban como destinatarias las dos empresas pontevedresas.
TRAZABILIDAD
En colaboración con los Servizos de Riscos Ambientais de la Xefatura Territorial de Sanidade de Pontevedra, la Guardia Civil llevó a cabo un seguimiento de la trazabilidad de los erizos de mar y se realizaron inspecciones en un centro de expedición y depuración de moluscos, ubicado en la provincia de Pontevedra.
Este centro era receptor de los productos y allí se detectaron más de un centenar de documentos de registro que fueron confirmados como falsos por la autoridad competente de Portugal, en coordinación con el Centro de Colaboración Policial y Aduanera (CCPA) de Tui.
Los agentes también intervinieron facturas asociadas de un operador comercial portugués, con domicilio social ficticio, que también resultaron falsas.
CUATRO TONELADAS
La Guardia Civil estima que entre los años 2017 y 2018 este grupo comercializó unas cuatro toneladas de productos procedentes del marisqueo, lo que les reportó unos beneficios económicos de 50.000 euros aproximadamente.
Además, a lo largo de la investigación se vinculó a dos operadores comerciales de Portugal como proveedores de los erizos de mar furtivos, que eran llevados a una empresa distribuidora e importadora que adquiría estos productos en la provincia de Pontevedra.
Allí, entregaba la mercancía en las instalaciones de un centro de expedición y depuración de moluscos que aportaba su registro sanitario para su posterior salida a sus clientes, tanto nacionales como de la Unión Europea.
Las diligencias instruidas se entregaron en el Juzgado de Instrucción de guardia de Cambados por conducto de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Pontevedra.
