MADRID 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), junto con la sección de esta organización en República Democrática del Congo (RDC), ha comenzado una campaña para agilizar la identificación de los niños separados de sus padres por el conflicto y facilitar así su reagrupación.
"Esta campaña ya empieza a tener resultados tangibles", declaró la coordinadora de la Agencia Central de Búsquedas del CICR para todo el país, Daniela Tane. "En una semana, ya hemos reunido a quince niños con sus padres y esto es muy alentador", añadió.
"Cabe recordar que cuando comenzó a escucharse el fragor de las armas, el pánico se extendió entre la gente", manifestó el encargado del programa en Goma, Prosper Sebuhire. "Las personas huían en todas las direcciones y, en esta desbandada, muchos padres perdieron de vista a los niños", añadió.
También informó de que se desconoce el número exacto de niños separados de sus padres y, aunque han registrado por ahora 134 casos, es probable que el número sea más elevado ya que se estima que, desde el pasado mes de agosto, hay más de 250.000 desplazados en Kivu Norte.
Para registrar los datos de los niños que desconocen el paradero de sus padres y para recibir las solicitudes de los progenitores que han perdido el contacto con sus hijos se está utilizando la red que Cruz Roja tiene en RDC.
Posteriormente, se difunde esta información a través de Kivu Norte y, para ello, se recurre a los servicios de cuatro estaciones de radio locales, donde se emiten los datos tres veces al día. También se han colocado carteles en las oficinas que Cruz Roja tiene en la zona y en los lugares públicos para que las familias conozcan la existencia del servicio.
Asimismo, el CICR comenzará esta semana a colocar las fotografías de los niños dados por desaparecidos en los lugares donde se concentran desplazados en un gran número, como los campamentos, pero también en escuelas, iglesias y centros de acogida de niños.
Los niños son especialmente vulnerables en tiempo de guerra, sobre todo cuando están separados de sus padres. Por ello, el Derecho Internacional Humanitario les asigna una protección especial, y es necesario hacer lo posible por reunirlos con sus familias, señala el CICR.