Actualizado 14/05/2013 14:42

HRW denuncia las leyes y las prácticas policiales chinas contra los trabajadores del sexo


MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -

Las leyes y las prácticas policiales chinas contra los trabajadores del sexo implican graves abusos, tales como la violencia policial, las detenciones arbitrarias de hasta dos años en programas de "reeducación a través de del trabajo", entre otros, según ha denunciado este martes la ONG Human Rights Watch (HRW).

En China, se estima que existen entre cuatro y seis millones de trabajadores del sexo, la mayoría de los cuales son mujeres. En el informe "Swept Away': abusos contra los trabajadores sexuales en China", HRW ha documentado los abusos policiales contra las prostitutas de Pekín, entre los que se incluyen la tortura, las palizas, las agresiones físicas, las detenciones arbitrarias y las multas.

"En China, la Policía actúa habitualmente como si, por el hecho de ser trabajadoras del sexo, las mujeres renuncien a sus derechos", ha declarado la directora para China de HRW, Sophie Richardson. "El Gobierno debe abandonar sus leyes represivas contra los trabajadores del sexo, las prácticas abusivas de la Policía y debe acabar con la supresión de los derechos de este tipo de trabajadores", ha añadido.

En las últimas décadas, el Gobierno chino ha autorizado el crecimiento de la industria sexual, lo que ha provocado que millones de mujeres se dediquen a este tipo de trabajos para sobrevivir. Sin embargo, el Ejecutivo chino mantiene una prohibición general sobre el trabajo sexual, al que considera un "fenómeno social desagradable" que va en contra del "espíritu de la civilización socialista" y es tratado como delito menor que se castiga con multas y breves períodos de detención.

Durante las habituales redadas "antiprostitución", que normalmente duran varias semanas, la Policía irrumpe en los establecimientos en los que normalmente ejercen los trabajadores del sexo, tales como salones de belleza o salones de masajes, entre otros. Durante este tipo de intervenciones policiales, los trabajadores del sexo se exponen a ser víctimas de la brutalidad policial y de las detenciones arbitrarias.

Las fuerzas policiales chinas pueden también enviar a aquellas personas sospechosas de ser trabajadoras del sexo a campos de "reeducación mediante el trabajo" o a centros de "custodia y educación" por un período de hasta dos años, sin un proceso judicial previo.

PASIVIDAD ANTE LOS ABUSOS

En diciembre de 2012, una coalición de organizaciones de trabajadores del sexo china publicó una petición en la que denunciaba la pasividad de la Policía cuando los trabajadores del sexo resultan ser víctimas de algún delito, entre los que se incluyen las violaciones, las agresiones físicas e incluso los asesinatos.

Los trabajadores del sexo entrevistados por HRW han descrito ciertas prácticas que violan sus derechos sanitarios y de privacidad. Algunos de ellos han revelado a la ONG que los resultados de sus pruebas de VIH fueron mostrados a terceras personas, otros han asegurado que nunca les entregaron los resultados de sus pruebas.

Asimismo, algunos de los trabajadores del sexo entrevistados han afirmado que les forzaron a someterse a la prueba del VIH o que fueron tratados de forma indebida por los funcionarios sanitarios.

La imposición de castigos penales por mantener relaciones sexuales entre adultos de forma voluntaria y consensuada viola los Derechos Humanos, incluido el derecho a la autonomía personal y a la privacidad. Según HRW, esto es también válido para aquellos adultos que ejercen la prostitución de forma voluntaria.

El fracaso de China a la hora de defender los derechos de los millones de mujeres que voluntariamente se dedican a la industria sexual, hace que se conviertan en víctimas de discriminaciones, de abusos y de la explotación, así como en personas menospreciadas por las políticas de salud pública.

La ONG ha instado en su informe al Gobierno chino a promulgar una legislación en la que se eliminen las sanciones penales y administrativas contra aquellas personas que se dediquen de forma voluntaria y consensuada al trabajo sexual. HRW también ha solicitado el fin de las campañas "antiprostitución" periódicas que han degenerado en graves abusos contra las mujeres que se dedican a la prostitución.

"Los abusos cometidos por las fuerzas del orden disuaden a los trabajadores del sexo de buscar la ayuda de la Policía cuando son víctimas de algún delito, o la de los servicios sanitarios cuando necesitan ser atendidos", ha explicado Richardson. "Esto les vuelve más vulnerables de cara a los abusos y la explotación. Si China se toma en serio la protección y la promoción de los derechos de las mujeres, no puede ignorar a los millones de ellas que son trabajadoras sexuales".