MADRID 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
Activistas de la organización ecologista Greenpeace escalaron hoy una chimenea de 150 metros de la central eléctrica polaca de Patnów, e interceptaron el carguero de 300 metros de eslora 'Hanjin Imabari', que transportaba carbón desde Sudáfrica hasta Dinamarca, para pedir el fin de la 'era del carbón' en Europa.
Así, mediante el eslogan 'Fuera carbón, salva el clima', los integrantes de la organización ecologista pidieron a los jefes de Estado reunidos en Poznan (Polonia), en la 14 Conferencia Climática de Naciones Unidas (COP14), que "sean serios" con el calentamiento global, y "eliminen su adicción" a esta materia prima.
En concreto, expone que el carbón es "la mayor amenaza del planeta", no sólo porque sea el mayor emisor de gases de efecto invernadero, sino porque su industria "descarrila las políticas contra el cambio climático". Así, cita como ejemplo a Polonia, donde el 93 por ciento de la electricidad procede del carbón, o Alemania, que "permanece bajo la influencia de la empresa EON", a pesar de haber fomentado la energía eólica o y solar.
Según la organización, la "revolución energética" muestra que, sólo en el sector eléctrico, las inversiones en renovables y eficiencia "ahorrarían más de 500.000 millones de euros en costes de combustible para 2020", cantidad dos veces y media superior a las inversiones adicionales que se necesitan en este sector hasta esa fecha. "Por ello, lanzar la revolución energética sería verdaderamente rentable", añade.
"Ahora que los líderes europeos están dando los toques finales al paquete climático, la revolución energética es la prueba de que la UE puede y debe hacer más para afrontar el cambio climático", indica en un comunicado.
En este sentido, expone que la "revolución energética" refleja cómo el 56 por ciento de la demanda de energía primaria se podría cubrir con energías renovables para 2050, y que las ganancias de eficiencia y un mayor uso de electricidad renovable en vehículos, y algún uso de biocombustibles, limitado por criterios de sostenibilidad, "podrían reducir las emisiones del sector transporte en más del 70 por ciento", apunta.
"Para mitad de siglo, las emisiones europeas de CO2 relacionadas con la energía se podrían bajar en cerca del 80 por ciento. Para lograr esto no se necesitan arriesgados experimentos de captura y almacenamiento de CO2 ni energía nuclear, ya que basta con las tecnologías renovables probadas y con el uso inteligente de la energía", concluye.