GINEBRA 30 Ene. (Reuters/EP) -
La situación en la que viven miles de personas desde hace un mes en Kenia amenaza con extender las infecciones de VIH, sobre todo entre los desplazados, que no pueden continuar tomando la medicación, y por el riesgo a las agresiones sexuales.
Unas 15.000 de las más de 250.000 personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares por la violencia política y étnica en este mes transcurrido tras las cuestionadas elecciones presidenciales están infectadas de VIH, según cifras del Ministerio keniano de Sanidad citadas por ONUSIDA, la agencia de Naciones Unidas para la atención contra el sida.
De ese grupo, unas 2.550 personas estaban tomando antirretrovirales para contener el paso de la infección al desarrollo de la enfermedad antes de que estallara la violencia, pero los enfrentamientos han limitado mucho el acceso a los medicamentos, que deben tomarse de forma continuada para que hagan efecto.
Además, otro gran número de pacientes que todavía viven en sus hogares tampoco están siguiendo los tratamientos debido a que los centros de salud locales han cerrado o porque tienen demasiado miedo a salir de casa y a hacer el viaje hasta la clínica.
Florence Muli-Musiime, la subdirectora general de la Fundación Médica y de Investigación Africana, con sede en Kenia, afirmó en un comunicado que no sabe dónde están sus pacientes. "Teníamos un muy buen sistema para seguirles la pista utilizando nuestros contactos en las comunidades, pero ahora se ha roto", explicó.
MÁS INFECCIONES Y PROGRESIÓN MÁS RÁPIDA DEL SIDA
Por su parte, Elisabeth Byrs, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés), en Ginebra, alertó de que la crisis del sida en Kenia puede ser aún más aguda a menos que las tensiones políticas y étnicas se calmen pronto.
"Sin una nutrición adecuada, agua y sanidad, y los servicios contra el sida, la gente que vive con VIH está en riesgo de sucumbir a infecciones y a una progresión más rápida de la enfermedad", advirtió Byrs.
Además, señaló que el riesgo de transmisión del sida es extremadamente alto en los campamentos de refugiados, donde los ataques sexuales contra mujeres y niños han aumentado. Muchos han sido violados cuando iban a utilizar las letrinas durante la noche y algunos han pedido atención médica inmediata.
Un informe realizado por el Fondo de Población de la ONU (UNFPA) y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) indica que niñas y mujeres "desesperadas" han estado prostituyéndose para obtener comida, protección o transporte, lo que incrementa el riesgo de exposición al sida.