Actualizado 15/06/2011 21:15

El Banco Mundial ha destinado más de 8.000 millones de euros en una década a protección social

El cólera en Chad
INTERMÓN OXFAM

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MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Banco Mundial destinó más de 8.000 millones de euros a prestar servicios de crédito y asesoramiento para redes de protección social en 83 países en vías de desarrollo entre el año 2000 y 2010, según el último estudio del Grupo de Evaluación Independiente (IEG) sobre el respaldo de la entidad a las iniciativas dirigidas a los más vulnerables.

El estudio explica que a raíz de las crisis de los combustibles, los alimentos y el sector financiero, el número de países que recibió apoyo del Banco Mundial para sus redes de protección social aumentó de los 68 que inicialmente recibían soporte hasta los 83 que fueron apoyados el año pasado. Más de la mitad de los países incorporados eran de ingreso bajo.

En concreto, los programas del Banco Mundial para financiar, asesorar y fortalecer la capacidad de las redes de protección social se concentraron principalmente en los países de ingreso mediano, que recibieron casi el 80 por ciento del apoyo crediticio y tenían un fuerte acento en el desarrollo institucional. Los países de bajo ingreso, con problemas más acuciantes en sus habitantes, registraron una menor demanda de este tipo de apoyo, aunque fuera necesario.

Para la autora principal de la evaluación, Jennie Litvack, el Banco Mundial "debe mantener el ímpetu que demostró recientemente y aumentar su actividad en los países de ingreso bajo, donde las redes de protección social son importantes para amparar a los más pobres".

Por otra parte, el IEG llega a la conclusión de que "pocos países estaban preparados para la triple crisis que hizo caer a otros 64 millones de personas en pobreza extrema para fines de 2010" y destaca que en los países de ingreso mediano, los programas de protección social se orientaban generalmente a ayudar a quienes vivían en la pobreza crónica antes que a quienes perdían su trabajo y "no tuvieron la flexibilidad suficiente" para modificar estas estrategias.

Además, muchos países de ingreso bajo carecían de datos sobre la pobreza y de sistemas para llegar a las personas más pobres, quienes se habrían beneficiado de los subsidios y los empleos de corta duración que las redes de protección social pueden proporcionar.

En esta línea, el director general de Evaluación del Grupo del Banco Mundial, Vinod Thomas, explica que "los países que se habían preparado creando redes permanentes de protección social en épocas de estabilidad, como Chile, Colombia o Georgia; estaban en mejores condiciones de reaccionar cuando se desataron las crisis".

El estudio de evaluación incluye un apartado con propuestas de mejora porque "si bien la mayoría de los programas de protección social del Banco alcanzaron sus objetivos inmediatos, muchos no estuvieron articulados adecuadamente con una estrategia de largo plazo para la creación de redes de protección social en los países".

Así, recomienda trabajar con los países en épocas de estabilidad para elaborar programas de protección social que sean lo suficientemente flexibles para afrontar perturbaciones sistémicas y enfatiza la importancia de fortalecer los sistemas y la capacidad institucional en materia de protección social, particularmente en los países de ingreso bajo. Asimismo, se exhorta a adoptar marcos que vinculen los programas a sus objetivos y permitan un seguimiento.