Actualizado 16/10/2008 15:42

Día Alimentación.-La subida del precio de los alimentos arrastra a 290 millones de personas a la pobreza, según Intermón

Equipara la crisis alimentaria con la financiera porque ambas son producto de "políticas erróneas"


MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

La ONG Intermón Oxfam denunció hoy que la subida de los precios de los alimentos ha empeorado la situación de los agricultores de los países en desarrollo, arrastrando a 290 millones de personas a la pobreza "sin que la comunidad internacional haya tomado medidas para evitarlo".

Así lo refleja en su informe 'Precios de doble filo', elaborado con motivo del Día Mundial de los Alimentos, con el objetivo de demostrar que el encarecimiento alimentario afecta tanto a productores como a consumidores, con el consiguiente aumento de los niveles de pobreza tanto en las zonas urbanas como en las rurales.

"Los precios han aumentado de forma tremenda en los dos últimos años y el los últimos meses de forma mucho más acelerada, originando revueltas populares en más de 30 países, pero sobre todo está provocando una situación de riesgo humanitario tremendo para millones de personas", indicó la directora de IO, Ariane Arpa.

Arpa explicó que, teniendo en cuenta que hay 850 millones de personas en el mundo que están situación de extrema pobreza, a raíz del aumento de los precios de los alimentos se puede estimar que unos 120 millones de personas están empezando a pasar hambre y 290 millones adicionales están en situación de riesgo y fácilmente pueden caer en situación de hambre.

En este sentido, puso como ejemplo Ecuador, donde las familias dedican el 70 por ciento de su presupuesto a comprar comida, que en comparación con España este porcentaje oscila entre un 10 o un 15 por ciento. "Una familia que ya dedica la mayoría de su presupuesto a alimentos ya no tiene ningún margen para absorber un aumento adicional de los precios y tendrán que pasar de comer dos veces del día a una", aseveró la directora de IO.

"LAMENTABLE RESPUESTA DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL"

El estudio de IO señala que a diferencia de la crisis financiera, a la que Estados Unidos y Europa han respondido "inmediatamente" y con cifras "astronómicas", la respuesta a la crisis alimentaria "todavía se hace esperar". Por ello, señaló que de los 12.300 millones de dólares que la FAO pidió en junio, "apenas se han recaudado algo más de 1.000 millones".

"La crisis financiera no es fruto de la fatalidad sino consecuencia de la aplicación de políticas equivocadas. Igualmente la crisis alimentaria es fruto de años de abandono de la agricultura y de políticas erróneas, ya que en ambos casos los países que han regulado mejor sus mercados se encuentran ahora en mejor situación", puntualizó la directora de IO.

Asimismo, el informe denuncia que, si bien muchos pequeños productores han visto disminuida su renta, las multinacionales que comercializan con los productos alimentarios han salido "ampliamente beneficiadas" por los altos precios.

En este sentido, la responsable de Investigación de esta organización, Teresa Cavero aclaró que IO no critica que las empresas saquen un beneficio de esta situación, sino que los productores no se han visto beneficiados. "Algo está fallando en este sistema para que esto sea así, y es algo que los gobiernos pueden abordar a través de una mejora en la regulación de los mercados agrarios", advirtió.

PROPUESTAS PARA "PALIAR" LA CRISIS

El informe de IO propone medidas a los países en desarrollo para "paliar" los efectos de la crisis alimentaria, además de "prevenir" el impacto negativo de las que se puedan producir en un futuro, como aumentar al inversión en agricultura dirigida a pequeños productores; invertir en programas de protección social; contribuir a crear reservas estratégicas de alimentos; adoptar medidas comerciales que protejan a los pequeños agricultores; apoyar la creación de sindicatos; y fortalecer la adaptación al cambio climático.

Asimismo, para los países ricos plantea medidas dirigidas a la coordinación de acciones y ayuda económica bajo la dirección de Naciones Unidas; incrementar la inversión en ayuda al desarrollo para agricultura; dejar de presionar para forzar la rápida liberación de los mercados en las negociaciones con los países en desarrollo; y modificar su política agraria y comercial, que actualmente dificulta el crecimiento de las regiones en desarrollo.