GINEBRA, 24 Oct. (Reuters/EP) -
Una epidemia de cólera se está extendiendo con rapidez por Guinea-Bissau, donde la campaña para las próximas elecciones podrían poner a más gente en riesgo de contraer esta enfermedad, según informaron hoy varias agencias de Naciones Unidas, que añadió que la cifra de muertos supera los dos centenares.
Al menos 12.225 personas en este Estado africano han contraído el cólera durante este año, y 201 han muerto, una cifra que aumenta los miedos entre los trabajadores humanitarios de que esta enfermedad, que se contagia por el agua, pudiera resurgir a la misma escala devastadora del año 2005.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) declaró que más de 1.000 personas se han infectado cada mes en este país en el que su capital, Bissau, ha sido la más afectada.
Los trabajadores humanitarios temen que las grandes concentraciones de personas debido a las elecciones del próximo mes puedan intensificar la transmisión del cólera, que se contagia a través del agua empleada para beber o en la preparación de la comida.
"Con el comienzo de la campaña electoral para las elecciones legislativas que tendrán lugar el próximo 16 de noviembre, crece la preocupación de un nuevo incremento en los casos, ya que la gente se reúne en gran número y viaja sin las adecuadas condiciones de higiene", declaró en un comunicado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Guinea-Bissau, una antigua colonia portuguesa, sufrió una epidemia de cólera a gran escala que provocó que 25.000 personas contrajeran la enfermedad y murieran más de 400.
Mientras los países vecinos, incluidos Senegal, Malí, Benin y Níger han visto cómo sus índices de cólera han descendido, la enfermedad sigue dando problemas en Guinea-Bissau, debido a la mala calidad de las infraestructuras y a los ritos locales, informan las agencias de la ONU.
En Bissau, donde los sistemas de agua y sanidad se encuentran en una necesidad directa de inversión, sólo el cinco por ciento de las personas tienen acceso a agua corriente pero no potable, manifiesta UNICEF. Los ritos funerarios locales, en los que los dolientes beben el agua empleada para bañar el cuerpo del muerto, pueden también extender la enfermedad, añadió esta agencia de la ONU.
