Cientos de trabajadores del sector sanitario han muerto desde la invasión y miles podrían haber huido a países vecinos
GINEBRA, 26 Feb. (Reuters/EP) -
Los hospitales iraquíes continúan siendo incapaces de atender las masivas llegadas de heridos y muchas personas todavía mueren debido a la falta de equipamiento a pesar de la disminución de los actos violentos en muchas zonas del país, según alertó hoy el Comité Interanacional de la Cruz Roja (CICR).
Muchos pacientes que podrían haber sido salvados han muerto en las abarrotadas salas de urgencias, que carecen también de personal cualificado, explicó Pascal Olle, coordinador del programa sanitario para Irak del CICR.
El sistema sanitario iraquí ya era bastante frágil después de años de sanciones internacionales y las guerras con los países vecinos, afirma Olle. Pero la invasión estadounidense de marzo de 2003 ha hecho que, sin duda, la situación empeore. "Es indignante ver cómo los iraquíes tienen todavía falta de necesidades en los servicios de salud", comentó.
Según el coordinador del CICR, "muchos pacientes que llegan a los hospitales podrían y deberían ser salvados", pero éste no siempre es el caso y las salas de urgencias y quirúrgicas no están preparadas para atender a tantos heridos.
Olle señaló que, además, muchos profesionales de la sanidad han abandonado Irak "en un momento en el que el país más los necesitaba". En su opinión, además de la reconstrucción de la infraestructura sanitaria, la formación de personal médico debería ser una prioridad.
MUERTOS O HUÍDOS
Pero no sólo se han marchado. Decenas han sido asesinados o han muerto por los actos de violencia en los últimos años, por lo que el momento es crítico y faltan además todo tipo de medicinas. Según fuentes del Ministerio de Sanidad consultadas por IRIN, el sector se encuentra bajo una gran presión.
Desde 1986 no se ha construido en Irak ningún hospital. Desde la invasión de Estados Unidos, 618 empleados del sector sanitario, incluidos 132 médicos, han muerto en todo el país, según cifras del Ministerio de Sanidad reveladas a principios de este año. Se cree que cientos, posiblemente miles, han huido a la región del Kurdistán, en el norte, o a los países vecinos.
"Atendemos muchas heridas en las vértebras y en la cabeza, pero somos incapaces de hacer nada mientras no tengamos suficientes especialistas y medicamentos. Medicinas intravenosas, algo tan simple, no están disponibles en cualquier momento", indicaron.
Asimismo, señalaron que en Bagdad, ciudad con cinco millones de personas, no hay neurocirujanos, y manifestaron que a pesar del descenso de la violencia en los últimos meses, todavía es peligroso para los médicos y sus familias salir a la calle. De hecho, el coordinador de sanidad para Irak del CICR subrayó que, "como muchos otros iraquíes, los médicos, cirujanos y enfermeras nacionales son objeto de amenazas, riesgos para su seguridad y sus familias, secuestros y asesinatos".
Los atentados han caído en todo el país un 60 por ciento desde el pasado junio, según las autoridades iraquíes y el Ejército de Estados Unidos. Pero la portavoz del CICR, Dorothea Krimitsas, asegura que aunque la seguridad ha mejorado en algunas zonas, continúa siendo muy pobre en otras, en las que incluso se ha deteriorado.