Actualizado 25/02/2009 18:48

Los abusos a presos de Guantánamo han empeorado desde la toma de posesión de Obama, según un abogado

Los malos tratos no vienen de arriba sino de "carceleros" frustrados que quieren aprovechar el poco tiempo que le queda a la prisión

LONDRES, 25 Feb. (Reuters/EP) -

Los abusos a presos de la base naval de Guantánamo han empeorado bruscamente desde la llegada al poder del nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, debido a que muchos guardias están aprovechando los últimos momentos de la prisión, que el mandatario prometió cerrar en un plazo de un año, según denunció hoy un abogado.

Al parecer, los malos tratos comenzaron a aumentar en diciembre, después de que Obama fuera elegido en las urnas. El letrado Ahmed Ghappour citó, en una entrevista concedida a la agencia Reuters, golpes, dislocación de miembros, pulverizar con spray de pimienta las celdas o el papel higiénico y alimentación forzosa de los detenidos que están en huelga de hambre.

De hecho, el Pentágono informó el pasado lunes de que había recibido nuevos informes en los que se denunciaban estos abusos, pero aseguró que todos los presos están siendo tratados de acuerdo a la Convención de Ginebra.

Sin embargo, Ghappour, que trabaja para la organización Reprieve, la cual representa a 31 internos de Guantánamo, indicó que sus clientes le han comunicado que se ha producido un "incremento de los abusos desde que el presidente Obama tomó posesión".

"Ciertamente, por mi experiencia, ha habido muchos, muchos más informes de incidentes sobre abusos desde la toma de posesión", insistió el abogado británico-estadounidense, quien ha visitado el centro de detención en seis ocasiones desde el pasado septiembre y basa sus denuncias en sus propias observaciones y conversaciones con presos y guardias.

"CARCELEROS" FRUSTRADOS

Según afirmó, parece ser que estos malos tratos no son ordenados directamente de los altos mandos de Guantánamo, sino que se llevan a cabo a iniciativa de "carceleros" frustrados del Ejército y la Marina. Y tampoco parece ser una reacción a la elección de Obama, quien entre sus promesas electorales incluyó el cierre de la prisión, sino más bien al reconocimiento de que queda muy poco tiempo para que los 241 detenidos que quedan, todos ellos musulmanes, sean liberados.

"Es más bien algo así como: 'Eh, vamos a pasarlo bien mientras podamos'", explicó Ghappour, uno de los abogados que facilitó la puesta en libertad esta semana del británico Binyam Mohamed, quien estuvo en Guantánamo más de cuatro años sin cargos ni juicio.

"Es verdad que, habiendo hablado con guardias que han resultado heridos en Irak (...), indirecta o directamente culpan a mis clientes de sus heridas y el trauma que han sufrido", añadió.

Siguiendo a la orden dada por el propio presidente el pasado 22 de enero, el Departamento de Defensa de Estados Unidos llevó a cabo un examen de dos semanas sobre las condiciones de la prisión de Guantánamo con vistas a su cierre. El almirante Patrick Walsh, el autor de este informe, reconoció el pasado lunes que hay informes sobre malos tratos, pero concluyó que todos los internos son tratados en la línea de la Convención de Ginebra.

"Oímos denuncias por abusos. Y lo que hicimos fue volver e investigar la denuncia... Lo que encontramos es que en algunos casos se corroboraron pruebas de mala conducta en guardias, creo que es la mejor manera de decirlo", respondió a la pregunta de si había habido casos de tortura.

Walsh explicó además que su informe se centraba en 20 denuncias de malos tratos, 14 de las cuales fueron corroboradas, pero no entró en detalles al respecto. En general, agregó, los abusos van desde "gestos, comentarios o falta de respeto" al "uso de spray de pimienta".

MALOS TRATOS

Ghappour también aseguró que ha hablado con guardias que, sin habérselo solicitado, describieron el placer que sentían al maltratar presos, sobre todo interrumpiéndoles en sus oraciones y los abusos físicos. Además, ninguno se mostró preocupado por las repercusiones que pueda generar su comportamiento.

En este sentido, el abogado señaló que ha visto pruebas de guardias que rompen sus números de identificación de sus uniformes o los cambian cuando están de servicio para que sea muy difícil identificarles en caso de que se presente alguna denuncia.

Ghappour contó que ha presentado dos quejas por malos tratos a detenidos desde el pasado 22 de diciembre, pero que no ha recibido ninguna respuesta de las autoridades norteamericanas. En uno de los casos, al detenido en cuestión un grupo de guardias le dislocaron una rodilla, un hombro y un pulgar.

Por otro lado, el abogado también relató que en uno de los seis campos en que se divide la prisión de Guantánamo todos los detenidos a los que conoció estaban en huelga de hambre, pero se les alimentaba forzosamente con tratamientos que incluían laxante que les provocaba diarrea crónica. "A algunos de mis clientes se les ha pulverizado el papel higiénico con spray de pimienta cuando tenían hemorroides", añadió.

Otra preocupación que expresó Ghappour son las pruebas recabadas acerca de malos tratos a presos en los ratos anteriores a las reuniones con sus abogados, por lo que a veces los detenidos no quieren hablar con los letrados por miedo a las palizas. "Algunos están convencidos de que se van a quedar allí encerrados para siempre a pesar de las promesas de que se va a cerrar el campo", concluyó.

(EUROPA PRESS INTERNACIONAL)