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La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, participa en el acto 'Un horizonte de protección: Políticas con Derechos Humanos', a 10 de diciembre de 2025, en Madrid (España). - Fernando Sánchez - Europa Press
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha clamado este miércoles contra la "brutalidad" y el "desprecio manifiesto a los derechos humanos" del presidente de Rusia, Vladímir Putin, el presidente de EEUU, Donald Trump, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y ha asegurado que hoy "Auschwitz está en Gaza".
"Hoy nuestro Auschwitz está en Gaza, sí, está en Gaza cuando disparan a niños y niñas que van a buscar comida y le llaman alto el fuego", ha denunciado Díaz, durante la inauguración del acto 'Un horizonte de protección: Políticas con Derechos Humanos', organizado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se celebra este miércoles 10 de diciembre.
La vicepresidenta segunda ha advertido de que actualmente los derechos humanos están "amenazados" por "unos pocos gobernantes y unos pocos 'megaricos' que quieren imponer su poder al mundo y lo hacen sin rubor".
"Está siendo retransmitido en directo, asistimos al desprecio de las normas, insisto, sin rubor, con amenazas, deportando seres humanos de manera ilegal, vulnerando los derechos humanos, vulnerando la legalidad internacional, vale todo y también su desprecio manifiesto a los derechos humanos. Nada importa. Ambos van de la mano. Putin, Trump, Netanyahu son el simple poder de la fuerza, son la brutalidad y les permite imponer su propia ley que como acabo de decir es completamente ajena a la legalidad internacional", ha precisado Díaz.
"ULTRAJE A LA AGENDA 2030"
Además, ha denunciado "el ultraje manifiesto a la Agenda 2030" que es, a su juicio, "la motosierra global". Esto, según ha concretado, se encarna todos los días "en la Amazonía, cuando asesinan a sindicalistas en el mundo, cuando hay trabajo infantil de manera indecente, cuando los derechos humanos están pisoteados" o "en Gaza cuando disparan a niños y niñas que van a buscar comida".
En este sentido, ha citado a la relatora especial de las Naciones Unidas sobre los territorios palestinos, Francesca Albanese, cuando denuncia que se ha "pasado de una economía de la ocupación a una economía del genocidio".
También ha advertido de que "la extrema derecha no está loca" sino que "sabe muy bien lo que hace" al combatir la Agenda 2030 y ha explicado que "la ofensiva de odio y la destrucción de la extrema derecha también es un negocio". Por ello, ha invitado a actuar y ha hecho un llamamiento a la esperanza.
"Les pido que levantemos una única bandera frente a su odio, nuestra esperanza, no hay nada que movilice más en el mundo. Frente a su barbarie, nuestra dignidad, somos muchos y muchas más, no es verdad que la mayoría de la sociedad sea insensible, no es verdad, no lo es, la gente está horrorizada", ha insistido.
"EL PAPA FRANCISCO ME DIJO: NOS QUIEREN PARALIZAR"
En este sentido, Díaz ha citado al Papa Francisco, ha recordado su mensaje de esperanza y ha asegurado que ha leído y estudiado la Doctrina Social de la Iglesia y todas las encíclicas que dictan, también el último texto del Papa León XIV. En concreto, ha recordado unas palabras que le trasladó Bergoglio en una de sus conversaciones. "Me dijo el Papa Francisco: Querida Yolanda, la esperanza nunca defrauda. Nos quieren paralizar y yo les pido a ustedes que no se dejen paralizar", ha asegurado.
En el ámbito nacional, la vicepresidenta segunda del Gobierno ha defendido las políticas impulsadas por el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, como la normativa para garantizar una alimentación saludable en hospitales, colegios y residencias de mayores, o la reivindicación de una prestación universal por crianza, para la que ha pedido apoyo porque, a su juicio, España "no puede permitirse" la "vergüenza de la pobreza infantil".
Igualmente, ha reivindicado "la libertad republicana, la de verdad" que "ha significado autonomía, autogobierno de los pueblos". "Yo me pregunto de qué o de quién hablan. ¿Invadir un país soberano es libertad? ¿Dejar morir de hambre a niños y niñas es libertad? ¿Lo es? ¿Permitirles a unos pocos acabar con el planeta es libertad?", ha planteado, al tiempo que ha animado a no permitir que identifiquen la libertad "con el odio y la destrucción".
Finalmente, ha abogado por una modificación de la Constitución Española en lo que se refiere a garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales y su reivindicación en los tribunales.
"Si nos preguntaran a Pablo (Bustinduy) y a mí estos días, qué haríamos para modificar el texto constitucional --y para nuestra querida Rosa Martínez, la secretaria de Estado--, seguramente de manera natural contestaríamos: La garantía para el ejercicio del título 2 y los derechos fundamentales. Yo, como amante del Derecho, que lo soy, pues diría, algo fundamental, que es que la garantía y por tanto, la vindicación ciudadana para que esos derechos fundamentales se puedan ejercer y reivindicar en los tribunales", ha remarcado.
En el acto también ha intervenido el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, quien ha avisado de que el "consenso" social de la postguerra que permitió construir la Declaración Universal de los Derechos Humanos "nunca había estado tan amenazado como ahora" y ha reivindicado la Agenda 2030 como "lo más parecido a una actualización de ese consenso".
"Ese consenso, lo que queda de aquel mundo que entonces intentó construir, probablemente nunca había estado tan amenazado como ahora, y nunca habían sido tan graves las amenazas que pesan sobre él", ha subrayado.
Bustinduy ha señalado que es "absolutamente esencial" recordar "cuál era el contexto, cuál era el consenso sobre el que se pudo construir esa declaración universal", ese "consenso social de la posguerra que tanto se idealiza y mitifica como la base de construcción de los estados sociales y de los estados del bienestar"
Si bien, ha indicado que hay que hacerlo "sin olvidar nunca" aquello que ese consenso "dejó fuera", empezando por "este país entero, presa de una dictadura asesina" y "siguiendo por las mujeres, por los pueblos colonizados y oprimidos, por todos los que habían sufrido la inmensa, colosal, indescriptible violencia del siglo XX".
Además, ha aclarado que defender la libertad, la igualdad y la democracia "no es atrincherarse en torno a lo que existe", a lo "heredado" ni "protegerla frente a aquellos que buscan asaltarla" sino "seguir avanzando con más determinación y más audacia" para "hacerla real".
En este contexto, el ministro de Derechos Sociales ha asegurado que desde su departamento van a "ratificar las veces que haga falta" su compromiso con la Agenda 2030, aunque no esté "de moda".
"Hoy es verdad que no está de moda decir que la Agenda 2030 es lo más parecido que hemos tenido nunca a una actualización de ese consenso, a un aterrizaje de aquel espíritu en los problemas, algunos de ellos los problemas de siempre, los problemas más viejos, tan viejos como la humanidad, y otros propios de los tiempos actuales", ha matizado.
Si bien, ha afirmado que en su "pura sencillez" se encarna "un mensaje revolucionario: vivir en paz, no temer a la guerra; respirar aire limpio, que los niños y las niñas vayan a la escuela; más igualdad entre hombres y mujeres; menos desigualdad entre clases sociales; vivir en ciudades y en entornos saludables".
También ha citado al poeta irlandés Seamus Heaney, Premio Nobel de Literatura en 1995, y su idea sobre la vulnerabilidad de los artículos de la declaración de los DDHH.
"Es una idea tan bella como aterradora. La vulnerabilidad de estos principios es la base de su fuerza, es la garantía de su valor. Y creo que no puede haber una definición mejor del tiempo y del momento en el que estamos, en el que la vulnerabilidad absoluta que sentimos en prácticamente todos los ámbitos de la vida pública, política, económica, moral, social", ha zanjado.