Actualizado 29/02/2008 14:34

Carlos Duarte, investigador del CSIC: "El cambio climático también tiene efectos positivos"

El Premio Nacional de Investigación 2007, investigador del CSIC, y colaborador de la Fundación BBVA, el oceanógrafo Carlos Duarte, cree que el poder de las pequeñas acciones cotidianas es muy importante para combatir el cambio climático. Además Duarte, que preside la Sociedad Americana de Oceanografía y Limnología comenta que "combatir el cambio climático y reducir el consumo de recursos naturales nos hace más sanos".

- Con el cambio climático se incrementan las temperaturas y con ello el deshielo en los polos y el aumento del nivel del mar, ¿cuál es el proceso del cambio climático? ¿Qué otros efectos tiene?

El cambio climático no es sólo un cambio en el clima, pues éste ha sido una constante a lo largo de la historia del planeta. El término 'cambio climático' se refiere a aquellos controles sobre el clima que han venido operando desde hace millones de años (volcanes, actividad solar, órbita de la Tierra, etc.), y que se han visto alterados por la creciente capacidad de la actividad humana de incidir de forma determinante y, con fuerza creciente, sobre el clima del planeta. Se trata de un fenómeno reciente (con un siglo aproximadamente de vigencia) en la historia de nuestro planeta.

La consecuencia de este cambio climático es una tendencia al rápido calentamiento del planeta cuando la natural debiese haber sido, en ausencia de ese efecto humano, hacia un ligero enfriamiento de la Tierra en este período.

El cambio climático afecta, además de los procesos que he señalado, al régimen hídrico, a la disponibilidad del agua, a la incidencia de eventos extremos, al estado de los ecosistemas, a la biodiversidad que contienen. Así como a la producción de alimento, a la salud humana, y a todos los aspectos de la sociedad, desde patrones de ocio, como flujos turísticos o deportes de invierno, a flujos migratorios, y toda la economía que estas actividades soportan. Los efectos del cambio climático no son exclusivamente negativos, sino que también hay efectos positivos, aunque el balance entre unos y otros sea, en la mayor parte de las regiones, negativo.

- Entonces, ¿cuáles son los efectos positivos del cambio climático?

El cambio climático está generando un clima más benigno en algunas zonas del Norte de Europa y unas temperaturas invernales más suaves en nuestro país. Además, éste hará aumentar el rendimiento agrícola de las cosechas del norte de Europa y está abriendo oportunidades para el turismo en zonas que, por su clima excesivamente frío, no eran interesantes en el pasado. Asimismo, está permitiendo la explotación de recursos minerales y energéticos cuyo acceso estaba imposibilitado por la placa de hielo del Ártico, y abrirá nuevas rutas para la navegación comercial en este océano.

- La relación del cambio climático con las catástrofes naturales, ¿va en aumento?

El cambio climático está relacionado con la incidencia de desastres dependientes del comportamiento de la atmósfera y del océano como huracanes, inundaciones, sequías, olas de calor, etc. Esta relación no es sencilla sino compleja por lo que se manifiesta a nivel estadístico, y la mayor parte de las veces no es es posible, ni quizás razonable, conectar eventos específicos con el cambio climático.

Las estadísticas disponibles apuntan a un aumento de la incidencia de estas catástrofes naturales en conexión al aumento de la intensidad del cambio climático. Es también importante considerar que los daños que provocan los desastres naturales van en aumento no sólo debido al cambio climático, sino a que la población humana sigue creciendo rápidamente y con ella la infraestructura asociada, extendiéndose sobre zonas del planeta expuestas a estos riesgos. El mismo desastre natural provoca hoy en día daños muy superiores en valor económico relativo al que provocaba hace décadas. Además, el daño asociado a las catástrofes naturales aumenta al incrementarse el tamaño de la población expuesta a estos riesgos.

- ¿Se va a producir un incremento o evolución en el cambio climático? ¿Con qué celeridad se está dando este cambio? ¿Aún podemos encontrar soluciones?

En ciencia es posible discriminar una teoría de una hipótesis o especulación. La teoría es capaz de hacer predicciones que de cumplirse la refuerzan y, de fallar la rechazan. Por ejemplo, el aumento de la temperatura terrestre en torno a dos grados centígrados, en caso de duplicarse la concentración de CO2 en la atmósfera, lo predijo el investigador sueco Svante Arhenius hace más de 100 años.

Todos los modelos actuales coinciden en esa predicción y los datos no hacen otra cosa que confirmarla. Si acaso, los modelos iniciados en los años 90 predecían un ritmo de calentamiento más suave que el que se está constatando, pues el actual se va acelerando y se ha triplicado a lo largo de los últimos cincuenta años. Esto no se deriva de fallos fundamentales en los modelos o nuestra comprensión de los procesos de regulación climático. Los presupuestos sobre el comportamiento de las emisiones de gases invernadero han demostrado ser más optimistas que la realidad, pues en vez de prestar atención a lo que la ciencia predecía, hemos perdido un tiempo precioso (y en buena medida lo seguimos haciendo) en discusiones espurias en torno a si el cambio climático es real o no mientras seguíamos aumentando estas emisiones irresponsablemente.

Algunas de las consecuencias del cambio climático, como la pérdida de grandes masas de hielo en los océanos y los continentes, el aumento del nivel mar y la desaparición de algunas especies son ya irreversibles, pero en nuestra mano está generar soluciones, que en buena medida ya existen y no radican en tecnologías milagrosas. Es importante un comportamiento individual y social responsable y adaptativo a los nuevos cambios.

- ¿De qué manera afecta el cambio climático a la conducta de las personas? ¿Es algo de lo que debamos preocuparnos?

El cambio climático esta ya afectando al comportamiento individual a través de todos sus impactos. Pero es mucho más importante darnos cuenta de que los cambios en nuestra conducta deben preceder a aquellos que vienen forzados por el cambio climático. Por un lado, de cara a disminuir la intensidad de este cambio. Por otro, podernos adaptar a ese cambio de forma gradual. Para poder hacer esto de forma efectiva necesitamos información clara y científicamente fiable, que debe emerger de entre el ruido y la confusión que a veces nos rodean.

- ¿De qué manera podemos contribuir a nivel personal?

Como la comunidad científica internacional acaba de poner de manifiesto en un reciente encuentro celebrado en la Fundación BBVA, siendo más conscientes de la presión que ejercemos a través de nuestras actuaciones y pequeñas decisiones cotidianas sobre los recursos naturales. Por ejemplo, se puede disminuir el consumo eléctrico en nuestros domicilios y lugares de trabajo eligiendo bombillas y electrodomésticos de bajo consumo y ajustando la temperatura ambiente, caminando, subiendo escaleras, usando el transporte público y vehículos pequeños de bajo consumo; y también a través de un pequeño cambio de dieta, pues con una reducción del componente cárnico se puede generar un gran ahorro de agua, fertilizantes, pesticidas y en suma, energía.

Combatir el cambio climático y reducir nuestro consumo de recursos naturales nos hace más sanos. Cuando el sedentarismo y la obesidad se revelan como grandes males caminar y disminuir nuestra ingesta de carne y otros alimentos en exceso mejora nuestra salud y nuestra calidad de vida. Hemos de darnos cuenta de que existe una conexión íntima entre la salud de nuestro medio ambiente y nuestra propia salud.