Teresa Millán es directora de Relaciones Institucionales de la farmacéutica Lilly desde 2006. Licenciada en Farmacia por la Universidad de Granada y con un Master en Salud Pública, fue asesora de Sanidad en el Gabinete del Presidente del Gobierno entre 2004 y 2005 y lleva más de una década participando como docente en cursos de posgrado en materia de medicamentos y productos sanitarios.
.- ¿En qué consiste exactamente el Programa 'Trasferencia de esperanza' de lucha contra la tuberculosis multirresistente?. Además de la vertiente médica, ¿cómo afrontáis la social, la relacionada con la eliminación de la estigmatización de la tuberculosis?.
Se trata de un programa que pretende enseñar a los países y a las personas más afectadas a luchar contra la tuberculosis multirresistente (TB-MR). La Alianza de Lilly contra la TB-MR se creó para combatir esta enfermedad, que es tan desalentadora que ninguna organización pueda erradicarla en solitario.
El programa 'Transferencia de Esperanza' ofrece un abordaje integral a partir de una alianza formada por 14 entidades públicas y privadas que proporcionan el acceso a los medicamentos necesarios, transferencia de tecnología, formación a los profesionales sanitarios y concienciación además de promover la investigación y las políticas de prevención. Todos los socios de la Alianza cooperan para compartir conocimiento, experiencia e investigación.
- ¿Estáis satisfechos con los resultados obtenidos hasta ahora?. ¿Qué recursos económicos o médicos se han dedicado hasta ahora?
Los resultados están siendo muy buenos. Hay numerosos profesionales formados, ha aumentado considerablemente la concienciación entre la población afectada, y se han incluido más de 26.000 pacientes en los programas DOTS de la OMS (Tratamiento de Observación Directa, a corto plazo), que garantizan que los pacientes reciben el tratamiento correcto durante todo el periodo. Además, se ha superado el objetivo inicial de la OMS de tratar a 20.000 pacientes antes de 2010, aunque aún queda mucho por hacer. Desde que se inició el programa en 2003, Lilly ha contribuido con más de 120 millones de dólares --unos 77,6 millones de euros--.
-. ¿Se involucra la plantilla de Lilly en éste y otros proyectos de carácter social puestos en marcha por la empresa?. ¿Cómo fomenta la compañía el voluntariado corporativo entre sus empleados?
Los trabajadores de Lilly son los primeros implicados en que este programa llegue a buen puerto. La verdad es que la respuesta desde España ha sido muy buena. Para garantizar que una persona tiene acceso al tratamiento contra la TB --un tratamiento largo en el tiempo que puede durar un año--, esa persona tiene que pasar mucho tiempo en un entorno hospitalario, por lo que algunos empleados iniciaron una campaña de recogida de material escolar para enviar a niños hospitalizados en India con el fin de hacer más llevaderos sus ingresos. La respuesta fue asombrosa: se recogieron más de 14 toneladas de material que se ha repartido entre más de 1.000 niños de Delhi.
.- Además de los aspectos sociales, ¿cómo hace frente a los ambientales un laboratorio farmacéutico como Lilly?. Y, aparte de la investigación, ¿qué otras responsabilidades tienen las empresas de este sector para con la sociedad en la que operan?
Nuestro compromiso inicial es con la localidad madrileña en la que nos encontramos, que es Alcobendas, y con la Comunidad de Madrid. Pero también nos sentimos comprometidos con el territorio español. Creo que uno de los principales factores a los que debemos enfrentarnos como industria química son las preocupaciones ambientales y en este sentido, promovemos el ahorro de energía y la minimización de residuos entre la plantilla, etc.
Durante todo 2006, que es la cifra más reciente que tenemos, se han reducido los residuos cumpliendo con los compromisos adquiridos en el plan vigente y el índice de emisiones a la atmósfera está por debajo de los límites exigidos por la normativa. Además, seguimos evolucionando en el reciclaje de residuos no peligrosos. Asimismo, en 2006 se ha dedicado a compost el 6,2% de los residuos urbanos, lo que ha contribuido a aumentar la cifra total de residuos generados que se reutilizan.
.- ¿Qué tiene qué decir la compañía en relación a la igualdad de oportunidades en la plantilla y los temas relacionados con la conciliación de la vida laboral y familiar/personal? ¿Cuentan los empleados con algún tipo de beneficio social?
Lilly es una compañía con un gran empeño por promover la igualdad de oportunidades --el 52% de nuestra plantilla es mujer, por ejemplo--, contamos con un horario flexible que permite compatibilizar la vida familiar y laboral, cada empleado recibe una media de 8,2 días de formación al año, etc. Además, tenemos un amplio catálogo de beneficios sociales, como el servicio de autobuses con distintas rutas y horarios, comedor subvencionado, polideportivo y pistas deportivas, vacaciones flexibles, fiesta de Navidad para hijos de empleados, plazas de aparcamiento para todos los trabajadores, etc.
.- En materia de formación y seguridad y salud laboral, ¿cuántos recursos invierte el laboratorio y a quién dirige principalmente este aspecto?
El desarrollo profesional de los empleados se fomenta desde su primer día en la compañía, como se manifiesta en los planes de formación individuales de acuerdo con las características de la persona, su potencial y las necesidades de su puesto. En 2006, se destinaron 4 millones de euros, lo que supone 3.552 euros por empleado al año. Traducido en tiempo, se calcula que cada empleado dedicó 8,2 días a mejorar su formación.
El cuidado de la salud y la seguridad es otra de las preocupaciones de Lilly. Además del reconocimiento anual obligatorio, la empresa facilita otra serie de pruebas como las revisiones ginecológicas o prostáticas para mayores de 40 años o las radiografías de tórax y electrocardiogramas para mayores de 45.
Además, el Servicio Médico organiza un curso para dejar de fumar, formación de primeros auxilios o cómo controlar el estrés laboral. También se facilita información sobre ergonomía y se revisan los puestos de trabajo para confirmar que se cumplen con estos criterios.
La prevención va asociada a las necesidades de cada puesto de trabajo, por lo que cada uno se evalúa de manera individual.
Las estadísticas de siniestralidad demuestran que esta política de prevención es útil. Lilly registró en 2006 una medida de 3,75 accidentes con baja por millón de horas trabajadas, muy por debajo de la cifra de 9,02 de ratio que registra el sector de la industria farmacéutica.
.- Finalmente, ¿cómo se defiende una compañía del sector farmacéutico de la 'imagen' que se les suele asociar relacionada con el papel de 'malas' ante aspectos como el acceso a medicamentos en países en desarrollo y la priorización de los beneficios por encima del interés sanitario?
No creo que debamos defendernos. Es cierto que la industria farmacéutica tiene mala fama, pero creo que se debe más a una mala comunicación de nuestras acciones. Somos el sector que más invierte en I+D en España, desarrollamos programas a largo plazo que van más allá de nuestras obligaciones como empresa y del entorno en el que nos encontramos.
Realizamos donaciones de medicamentos, hacemos una labor de formación continuada a los profesionales sanitarios, colaboramos con sociedades científicas, Y sobre todo, investigamos y ponemos a disposición de los pacientes y de los profesionales medicamentos que ayudan a curar e incluso erradicar enfermedades.
