SEVILLA 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio Fiscal y la defensa del individuo esquizofrénico de 52 años, A.R.R., acusado de matar a su anciano padre de 37 puñaladas en la barriada de La Oliva de la capital hispalense, reclamaron hoy un máximo de 18 años de internamiento en un centro psiquiátrico para el inculpado, ya que éste "estaba fuera de sí cuando ocurrieron los hechos" pues, incluso, "creía que había matado al diablo" por las alucinaciones que sufría.
Una vez que las partes alcanzaron un acuerdo sobre el principal delito que se juzgaba, el Ministerio Público sostuvo su solicitud de un año de prisión por otro delito de malos tratos simples que el acusado supuestamente cometió al propinar una puñalada en el cuello a su propia madre, quien había acudido a la cocina para evitar que su hijo siguiera acuchillando a su marido.
El letrado de la defensa manifestó que la hermana de su cliente, que el día de los hechos llevaba cinco jornadas sin tomar su medicación, "había estado dos años reclamando una residencia por su mal estado", si bien fue tal petición fue denegada.
El parricidio, según el fiscal, tuvo lugar sobre las 8.50 horas del 28 de abril de 2007, cuando el inculpado, que tiró a su padre al suelo tras golpearle en los genitales con una navaja, le asestó hasta 37 cuchillazos a la víctima.
El herido encontró "una muerte violenta por fracaso cardiovascular" a los 30 minutos del incidente. Según prosigue el fiscal, las lesiones comenzaron en la zona inguinal y genital, aunque la lesión mortal se produjo en la vena ilíaca izquierda.
El imputado, prosigue el fiscal, padece una esquizofrenia paranoide crónica, caracterizada por "una continua renovación de interpretaciones delirantes que conforman un delirio estructurado y cronificado de índole persecutorio y místico-religioso", así como "fenómenos pseudoalucinatorios".