Los ginecólogos dicen que a la edad en que los españoles visitan sus consultas, demuestran tener "aprobado raspado" en educación sexual
MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los españoles tienen un "aprobado raspado" en educación sexual, una materia sobre la que hombres y mujeres demuestran tener "mucha información pero poca formación" para prevenir enfermedades de trasmisión sexual y embarazos no deseados, conocer el propio cuerpo o enfrentar enfermedades como la disfunción eréctil o el cáncer de mama, según explicó a Europa Press el doctor Fermín Criado, presidente de la sección de Ginecología Psicosomática de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
A su juicio, tanto las mujeres como los jóvenes que acompañan a sus parejas a la consulta del ginecólogo demuestran que en cuestión de sexo, los españoles "se quedan en la superficie" de muchos temas sobre los que cuentan con datos pero "carecen de la formación para manejarlos" y aprovechar sus beneficios en la vida cotidiana. "Los más mayores están mal informados y los más jóvenes sin la formación que disminuiría los embarazos no deseados y abortos", acotó.
El experto considera que la educación sexual de una persona debe comenzar al menos en los aspectos sanitarios, "entre los 11 y los 12 años" dentro la familia, en el colegio y a través de las consultas de pediatras y médicos de Atención Primaria (AP) porque a su entender, "para hacer bajar el número de embarazos no deseados y consecuentemente el de abortos, no podemos esperar a los 14 años".
"La educación sexual y en afectos debe comenzar desde la más tierna infancia en las familias y colegios, porque al ginecólogo se acude pasada la pubertad. Se trata de que aprendan a conocer su cuerpo, que aprendan a valorar la salud emocional o a prevenir embarazos no deseados o infecciones como el sida o el papiloma, con métodos anticonceptivos fiables. El ginecólogo se encarga de la educación sanitaria específica de pareja o de ayudar a las mujeres a enfrentar un cáncer de mama o la menopausia", indicó.
El experto recordó que los métodos clásicos de anticoncepción utilizados por los jóvenes "tienen poca fiabilidad" a la hora de evitar un embarazo no deseado. "El 'coitus interruptus' tiene un 38 por ciento de índice de error y posible embarazo; el diafragma y el preservativo de hasta un 28 por ciento, si son mal utilizados", advirtió el doctor Criado, quien apuesta por la píldora anticonceptiva --con un margen de error de hasta el 9 por ciento-- o el Método de Temperatura Basal, una fórmula natural que pueden utilizar la mujer en su propia casa para descubrir los periodos fértiles e infértiles de su ciclo menstrual.
