ROMA, 26 Feb. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
La Federación Española de Asociaciones Provida se ha adherido al proyecto iniciado en Italia para pedir a la ONU que apruebe una moratoria contra el aborto, según dio hoy a concocer la presidenta de la Federación, Alicia Latorre.
Además, la federación animó a todas las personas favorables a este proyecto a manifestar su adhesión a través de Internet, escribiendo a la dirección moratoria@ilfoglio.it, que es la que ha abierto el periodista italiano Giuliano Ferrara para promover su iniciativa.
Ferrara, que es el director del diario 'Il Foglio', lanzó su proyecto justo al día siguiente de que la ONU aprobara la moratoria contra la pena de muerte, que precisamente había sido impulsada por Italia.
El objetivo de esta nueva moratoria es terminar con la práctica del aborto en el mundo, al considerarla otro tipo de "pena de muerte, legal, que afecta a cientos de millones de seres humanos", explicó el periodista.
El mismo Ferrara acudirá a Madrid el próximo lunes 3 de marzo para presentar su proyecto de moratoria en un acto que tendrá lugar en la Universidad San Pablo CEU bajo el lema 'Defiende la Vida ante la ONU'.
El manifiesto, que va dirigido al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, destaca que, "en las últimas tres décadas se llevaron a cabo más de mil millones de abortos" lo que supone una media de "unos cincuenta millones de abortos al año".
En particular, aborda los casos concretos de algunos países, como China o India, donde el aborto, "fomentado o coactivo", es "un riesgo que corren decenas de millones de niños que están por nacer en aras de una planificación familiar y demográfica gubernamental" o de una "selección sexista".
Mientras que en otros, como Corea del Norte y los países occidentales, el aborto selectivo se ha convertido en un instrumento para la "eugenesia", con el que se "intenta eliminar radicalmente toda forma de discapacidad", violando "los derechos del feto" y "la igualdad entre los hombres", denuncia.
En este sentido recuerda que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 representó "la respuesta del mundo libre y del derecho internacional a los crímenes contra la humanidad" que habían sido procesados tres años antes en Nuremberg y que "como reacción a las prácticas eugenésicas de los médicos nazis, en 1948, la World Medical Association adoptó la Declaración de Ginebra en la que se afirma: 'Respetaré la vida humana desde su comienzo'".
En suma, Ferrara pide a la ONU una "moratoria de las políticas públicas que fomentan formas de sumisión injustificada y selectiva del ser humano" y que, por tanto violan el artículo 3 de la Declaración de 1948, en el que se reconoce que "todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona."
El manifiesto responde a las objeciones de quienes no consideran que el embrión no es una persona destacando que "la ciencia, con algunos de sus descubrimientos más significativos en el ámbito genético posteriores a la Declaración, documenta de forma irrefutable la existencia de un patrimonio genético humano en el embrión, un patrimonio único e irrepetible, a partir de su primera etapa de desarrollo".
Por esta razón propone insertar la frase "desde la concepción hasta la muerte natural" después de la primera coma del artículo, con el objetivo de garantizar el derecho a la vida del feto.
