PONTEVEDRA 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
La pontevedresa Maria Dolores Alvarez Alvarez acusada de intentar matar a su hijo de cinco años, dándole cocaína y pastillas para dormir, negó hoy la autoría de este suceso registrado el 21 de marzo de este año 2008.
Inicialmente aseguró que era "imposible que el niño solo se tomase ninguna pastilla" y sugirió la posibilidad de que lo hicieran terceras personas, pero hoy en el juicio celebrado en la Audiencia pontevedresa dejó abierta además la posibilidad de fuera el propio niño.
En una declaración plagada de contradicciones, la mujer relató que llevaba alrededor de un año a tratamiento por una depresión, y que guardaba los medicamente en el cajón de un armario de dónde "pudo cogerlos y tomarlos él solo". En cuanto a la cocaína dijo que "alguien se la tuvo que dar a él y a mí también, porque yo no consumo".
La acusada señaló que ese día el niño estaba con ella en un piso de la calle Fernández Ladreda de Pontevedra, de visita, ya que a la mujer se le retiró la patria potestad porque en ocho ocasiones anteriores a este suceso intentó suicidarse. "Mi madre siempre me cogió a tiempo y me llevó al hospital", dijo.
Ya refiriéndose al día de los hechos relató que recordaba haber volcado en la cocina la bombona de butano, "porque tenía poco gas para la ducha", y atrancó con un sofá la puerta de entrada en el piso porque "estaba fuera mi ex-novio insultándome y no quería que entrara en la casa porque mi hijo le tiene pánico".
Luego tomó la medicación y aseguró no recordar "nada más hasta que me desperté en el hospital y pregunté por mi hijo". La policía los encontró a los dos inconscientes en la vivienda, a la que accedieron con autorización judicial después de que el ex-novio de la acusada alertó de que ella lo había llamado por teléfono tres veces, diciéndole que se iba a suicidar y que antes iba a matar al niño.
No la creyó porque "eso ya lo había dicho otras veces", pero en esta ocasión se preocupó porque trabajadores del Centro Príncipe Felipe, donde estaba ingresado el menor, fueron a buscarlo porque tardaba demasiado en regresar de la visita.
El Fiscal solicitó para la acusada la pena de 14 años de prisión por tentativa de asesinato, tras considerar meras "elucubraciones prácticamente imposibles" la intervención de terceras personas, o que fuera el niño quien consumió cocaína y Tranquimacín.