Actualizado 26/11/2008 09:44

El Metro Francos Rodríguez (Madrid) será a partir de hoy un rastrillo benéfico de ropa a favor de la Neurofibromatosis


MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

La estación de Metro de Francos Rodríguez, en la línea 7, de Madrid, acoge por décimo año consecutivo, desde hoy hasta el sábado, el rastrillo de ropa benéfico de la Asociación Española de Neurofibromatosis, una enfermedad que padecen actualmente 15.000 personas en España.

Reconocidos y prestigiosos diseñadores de moda como Andrés Sardá, Amaya Arzuaga, Victorio y Lucchino o marcas como Mango vuelven a participar por segundo año, donando algunas de sus prendas con el fin de colaborar en la causa.

Además de ropa, el rastrillo brinda la posibilidad de comprar otro tipo de productos gracias a la colaboración de otras empresas como Matel, que trae hasta la estación algunos de sus juguetes, o la marca Esteé Lauder que también ha querido estar presente con algunos de sus cosméticos.

Además de las aportaciones de estas firmas, se podrá comprar una amplia variedad de productos de artesanía, libros, música, pequeños electrodomésticos, informática, entre otras cosas. Todo ello contará con amplios descuentos con el fin de incentivar la compra para recaudar fondos.

El horario será desde las 9.00 hasta las 22.00 horas, y los organizadores esperan superar el número de visitas que el año pasado rondó las 10.000.

Desde 1998, Metro de Madrid viene colaborando con este proyecto cediendo su espacio para que sea posible el montaje de este mercadillo que se instala en la entreplanta de la estación, en la zona anterior al paso de torniquetes.

La recaudación obtenida por la Asociación Española de Neurofibromatosis irá destinada a financiar el proyecto de investigación que sobre esta enfermedad se está llevando a cabo en el departamento de Genética del Hospital Ramón y Cajal.

La Neurofibromatosis es un grupo de enfermedades genéticas, de las consideradas raras, que se caracterizan por el crecimiento de tumores a lo largo de varios tipos de nervios y que pueden afectar al desarrollo de otros tejidos tales como huesos y piel.

También pueden presentar complicaciones como problemas de crecimiento, dificultades de aprendizaje, desfiguración, epilepsia, problemas óseos, tumores cerebrales, sordera, ceguera, problemas de equilibrio y riesgo incrementado de tumores malignos. Actualmente son incurables, y en Madrid hay más de 1.400 personas que las padecen.